Miércoles, 24 de Febrero de
2016
Por Cuauhtémoc Anda
Gutiérrez
Hoy es el aniversario
de nuestra enseña nacional que forma parte de nuestros símbolos patrios junto
con el Escudo e Himno Nacional, nuestra bandera, hace 195 años surgió en Iguala
cuando Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero presentaron su Plan y la bandera
(verde, blanco y rojo), apoyada en las tres garantías: Libertad; Religión y
Unión.
Recordé con emoción
la ceremonia que los conscriptos de la 12 división en la Ciudad de México, en
Xochimilco en 1956 juramos lealtad a la bandera en una ceremonia que resultó
inolvidable y que nos ha guiado las seis décadas siguientes recuerdo con
emoción y nostalgia el debutante trío de los conscriptos Benito Gil, Francisco
Pardavé (V) y quien esto escribe, en la misma hicimos
actos de acrobacia, cantamos varias canciones, por cierto, Benito y yo seguimos
cantando con lo que nos queda de voz, lamentablemente las acrobacias ya no las
podemos hacer. El Teniente Coronel nos exhortó a ser buenos mexicanos, a mí me
tocó en representación de mis compañeros decir unas palabras, que entre otras
juramos lealtad a la Bandera y prometí que lo cumpliríamos y hasta la fecha así
ha sido.
En efecto, hace 195
años, el 24 de febrero de 1821 en el Valle de Iguala, de las manos morenas de
José Magdaleno Ocampo surge la bandera Nacional, que es la que nos ha guiado a
lo largo de la vida.
Desde entonces
nuestra bandera ha acompañado a las fuerzas patrióticas de México en su difícil
y azaroso camino rumbo a la consecución de la gran Nación en la que poco a poco
nos hemos venido conformando.
El camino ha sido
difícil, con obstáculos y ha demandado la sangre de muchos héroes a quienes
recordamos, pero también a muchos más héroes anónimos como defensores de
nuestra patria, soldados, marinos, enfermeras, médicos, ciudadanos y un grupo
que día a día en las aulas nos recuerdan éstas gestas heroicas ¡nuestros
maestros!
En nuestra enseña
nacional se concreta la historia y los anhelos de libertad del pueblo de
México. En nuestra bandera está también el presente de unidad que hemos
conquistado y que queremos preservar y acrecentar para heredarlo a nuestros
hijos, porque como todo ser humano tenemos la legítima aspiración de
realizarnos, de formar una familia siendo felices en el trayecto.
Por cierto, en 1966 estudié
en la Universidad de Paris y un compañero italiano me dijo que les habíamos
copiado su bandera, pero pronto me di cuenta que la bandera italiana es muy
posterior a la nuestra, pues el 17 de marzo de 1861 se
adoptó la versión creada por Carlos Alberto de Saboya, con el escudo saboyano
rematado por una corona real en la bandera estatal. Este modelo permaneció
vigente ochenta años, hasta la caída de la monarquía el 2 de
junio de 1946, y desde aquel momento la bandera nacional está
conformada sin ninguna insignia o escudo.
Nuestra bandera nos
ha acompañado por el azaroso rumbo que ha tomado la República para irse
conformando poco a poco en la gran nación que es ahora. Así, las autoridades
cívicas y educativas nos reúnen para conmemorar a la bandera en todas las
poblaciones del país.
Hemos tenido guerras,
incluyendo la Revolución Mexicana que dejó sensibles bajas de acuerdo al Censo
de 1910 éramos 15 millones y para el Censo de 1920 seguíamos siendo 15
millones, a la vista faltan alrededor de 2 millones, unos de ellos cayeron en
la lucha y otros emigraron a otros países, básicamente a Estados Unidos.
Nuestra historia está
llena de anécdotas y referencias a nuestra Bandera. Hace unos días el destacado
clavadista Rommel Pacheco obtuvo el triunfo en la Copa Mundial
de Clavados, en Río de Janeiro, Brasil y al observar que no
estaba la Bandera ni se tocaba el Himno, él sólo se puso a cantar el Himno
Nacional. No hay duda del respeto que le tenemos los mexicanos a nuestros
símbolos patrios.
Bandera
querida, tus bellos colores son emblema de amor.
Bandera,
pendón de mi vida, te llevo en el alma para darme valor.
Bandera, tu
siempre arrogante y guiaste a los héroes que lucharon ayer. Y orgullosa hoy te
meces triunfante, bajo del bello cielo azul que te ha visto nacer.
A nosotros, mexicanas
y mexicanos de hoy, de la generación del Bicentenario de la Independencia y del
Centenario de la Revolución nos corresponde portar con orgullo, con patriotismo
nuestra enseña nacional y todo lo que ella representa para preservar los
derechos de todos los mexicanos porque la lucha por la Independencia y la
Revolución Mexicana fueron dos acontecimientos de suma importancia para
consolidar al país como nación libre y soberana; el triunfo de ambas se debió a
la alta lealtad que se mantuvo entre los participantes y los protagonistas de
nuestra historia. No hay duda, nuestra bandera es el símbolo que nos cubre y
protege a todos los hijos de esta tierra.
En este día también,
es en el que cientos de miles de jóvenes conscriptos que llegan a los 18 años
juran en cuarteles y plazas públicas fidelidad a nuestro lábaro patrio, labor
de la que se encargan las fuerzas armadas, con el corazón henchido de amor a la
patria, recordamos y apreciamos nuestra libertad. Por cierto, están jurando
lealtad a la bandera ante la institución más prestigiada de la República
Mexicana. Nuestras fuerzas armadas.
¡Qué viva la bandera!
¡Qué viva México!