70 ANIVERSARIO DEL IPN (1936-2006)


Escribir sobre todas estas efemérides tomaría mucho espacio y sólo a guisa de ejemplo citaré brevemente algunos, empezaré por el que escribí a petición del ex Director del IPN Dr. Enrique Villa Rivera, con motivo del 70 Aniversario de la Fundación de nuestro querido Politécnico. En este hago una breve remembranza de los principales fundadores de IPN, los ocho más reconocidos son Lázaro Cárdenas, Juan de Dios Batiz, Luis Enrique Erro, Narciso Bassols, Gónzalo Vázquez Vela, Carlos Vallejo Márquez, Wilfrido Massieu y Miguel Bernard Perales, todos ellos nacidos en diferentes puntos geográficos del país, también con distintos orígenes académicos y por un azar de la vida coincidieron en 1936 en la Ciudad de México y empujaron con talento y convicción política a la construcción de nuestra casa de estudios.

El preámbulo del libro fue escrito por el Dr. José Enrique Villa Rivera, siendo Director General del IPN, que a continuación reproduzco para luego dar paso a la hipótesis que desarrollé respecto al por qué se funda la ESCA en el lejano 1845. Según yo, porque la urgencia de una Reforma Fiscal obligaba a que hubiera un grupo de expertos que llevaran “cuenta y razón” de los negocios y la contabilidad basada en la partida doble era el excelente instrumento y para ello se creo nuestra escuela. Veamos primero el preámbulo:

Uno de los grandes acontecimientos del México posrevolucionario fue la creación del Instituto Politécnico Nacional en el año de 1936,  no sólo por su trascendencia como instrumento de política educativa orientado al fortalecimiento del proyecto de desarrollo de una nación que emergía a la modernidad, sino por el impacto que ha tenido sobre la sociedad mexicana a partir de ese momento.

La visión y el empeño de sus fundadores, que supieron dar forma y contenido a la naciente institución para concretar la disposición del Presidente Lázaro Cárdenas de dotar al país de una nueva alternativa educativa para los sectores sociales más necesitados, se ha proyectado en el tiempo con las actividades académicas de cientos de hombres y mujeres comprometidos durante estas siete décadas en la  noble tarea de educar, investigar y difundir la ciencia y la tecnología en beneficio de generaciones de estudiantes politécnicos y la sociedad en su conjunto.

Durante este año, la comunidad politécnica, sus egresados y todos aquellos que se identifican con nuestra institución se han sumado con beneplácito a las celebraciones conmemorativas del 70 Aniversario de la creación del Instituto Politécnico Nacional. En este contexto se presenta la obra del Lic. Cuauhtémoc Anda Gutiérrez, que contribuye sin duda a enaltecer los grandes momentos de la  vida de esta casa de estudios de todos los mexicanos.

El prestigio de nuestra institución está respaldado por la  productividad y calidad de su trabajo académico; de sus aulas han egresado más de 800 mil profesionistas y técnicos con amplio reconocimiento por su capacidad de trabajo y sentido de compromiso social, que han realizado importantes aportaciones al desarrollo de la industria nacional y la actividad de investigación científica y tecnológica.

Hoy México cuenta con un Politécnico sólido, maduro y comprometido como el primer día; con una visión de futuro acorde con las expectativas del país que todos estamos construyendo en la democracia, por lo que mantiene vigente el lema que le ha dado identidad y proyección: “La Técnica al Servicio de la Patria”.

Hipótesis de la creación de la ESCA, dada la urgencia de una Reforma Fiscal.

Sé que suena curioso porque el tema está ahora de moda, pero la verdad es que la Reforma Fiscal es un viejo sueño de los mexicanos que nació con la mismísima Independencia, lo que más adelante trataremos de explicar. Empecemos Por unos breves antecedentes que muestran a las claras la secular renuencia por pagar impuestos desde nuestros ancestros. Veamos:

Solo como un ejemplo, recordemos que los tributos que pagaban los pueblos súbditos al imperio Azteca significó una secuela de guerras y rencillas más o menos documentados y fácilmente entendibles.

Durante los tres siglos de la época Colonial, la Corona española, además del sistema de encomenderos, de impuestos de aduanas, sumados a las impopulares alcabalas, crearon sin duda un ambiente de animadversión. Cabe añadir que la independencia de Estados Unidos de 1776 empezó por una revuelta de las colonias a pagar determinados impuestos a la Corona Británica.

En 1820, nuestro último año como colonia el presupuesto de la Nueva España era de 20 millones de pesos, los que se juntaban gracias a la férrea disciplina de los conquistadores, se entiende que un pueblo sojuzgado tiene que pagar los tributos que la Monarquía les exigía. Empero en 1821 al obtenerse la independencia los contribuyentes (básicamente comerciantes, los dueños de las minas y los hacendados), apuntaron que de los 20 millones del presupuesto que se pagaban 10 millones se iban a España, como tributo a la Corona y ahora, al ser independientes al no tener que pagar nada a la Corona era lógico que sólo tuvieran que pagar la mitad de sus impuestos.

Sin embargo, este razonamiento no consideró dos importantes factores: el primero de ellos es que muchos de los españoles ricos regresaron a  su país por tanto las contribuciones bajaron y el segundo fue el hecho que ya comentamos que con la Independencia nos pasaron una deuda de 45 millones, cuyo servicio había que abonar y esto era un nuevo gasto. Iturbide quiso hacer una reforma fiscal pero no pudo.

En 1824 Guadalupe Victoria también intento aumentar las arcas del Gobierno pero sólo lo logró a través del crédito inglés que ya narramos. Empero, la falta de apoyos tributarios hacen que el gobierno se declare muy pronto, en 1827 en moratoria, trayendo esto décadas de sufrimientos, guerras, desgajamientos e injusticias, con el agravante que durante todos estos años la economía mexicana no creció. De plano, los datos del INEGI señalan que en el Siglo XIX solo empezó a haber crecimiento económico hasta el Porfiriato. Los subsecuentes presidentes hicieron diversos intentos e incluso en 1832 trataron de vender tierras de Texas para hacerse de recursos pero no fue posible.

Antonio López de Santa Anna hizo varios intentos, todos fracasados por instrumentar una reforma fiscal, todas ellas recibieron rudas reacciones de la sociedad de la época, leamos la que se anunció en 1842, decimos que se anunció porque la República era centralista y las leyes de ingresos y egresos no eran expedidas por el Congreso sino por el Presidente. Veamos algunos fragmentos de lo que publicó un periodista de la época (Reproducido en el Periódico Reforma, 160 años después, el 29 de enero del 2002, Pág. C-12):

“Ciudad de México, 29 de enero de 1842. El Ministro de Hacienda, Don Ignacio Trigueros, convocó el día de hoy  a una rueda de prensa en su despacho de Palacio Nacional para informar, a nombre del Excelentísimo Señor Don Antonio López de Santa Anna, general de división, Benemérito de la Patria y Presidente Provisional de la República  Mexicana, del presupuesto que el presente año de 1842 ejercerá el Gobierno Central para beneficio de toda la nación y de todos sus habitantes. (C.A. Obsérvese que la nota que comentamos es del 29 de enero, a un mes de haberse iniciado el año, por tanto el presupuesto debió haber sido autorizado y hecho del conocimiento de la ciudadanía  un mes antes. Esto significa por lo menos un desorden presupuestal).

Enseguida, el señor Trigueros nos dio a conocer la reforma fiscal  que ha tenido a bien aprobar el Presidente don Antonio López de Santa Anna, quien según se nos informó, lamentaba no poder estar presente  para comunicarnos personalmente estas medidas fiscales, pues se encontraba atendiendo graves asuntos de Estado –confidencialmente se nos dijo que estaba jugando a los gallos con el Ministro de Inglaterra, para convencerlo de que esa nación nos ayude a recuperar  la provincia de Tejas...

Indica que las boticas pagarán como impuesto entre dos reales y un peso al mes, las peluquerías de uno a cuatro reales; las imprentas de cuatro reales a ocho pesos; las fabricas de aguardiente de dos a diez pesos; los hoteles de uno a diez pesos; las vacas de ordeña dos pesos al mes.

También se ha establecido una contribución trimestral sobre objetos de lujo como coches que pagarán dos pesos, los caballos de silla, que pagarán un peso; y, cosa extraña, la nueva disposición señala que si se tienen mas de dos criadas, un criado, un cochero y una nodriza, se pagaran dos reales por cada criado que exceda la cantidad declarada como exenta de impuestos. Malo para quienes requieren de varias nodrizas en casa: la leche de pecho para los menores pagará impuesto por ser “objeto de lujo”. (C.A Comentaba con ironía el periodista).

Se le preguntó al Ministro de Hacienda sobre  la cantidad que pagarían los escritores por su trabajo, y el funcionario respondió que los derechos de autor estaban exentos de impuestos porque el Excelentísimo señor Presidente  deseaba estar en buenos términos con los “intelectuales”. (C.A. ¿Desde cuando habremos escuchado esto?).

Más adelante añadió que el señor Presidente provisional ha servido acordar, que por ningún motivo se extorsione ni embargue al infeliz o verdaderamente miserable, tan sólo porque no pueda pagar las cuotas correspondientes, sino que se haga la recaudación metódicamente y con toda equidad, concediéndose a los pobres plazos prudentes y que tanto de estos como los que no son, se use el comedimiento necesario, a fin de alejar del cobro la odiosidad (C.A. ¿Desde cuando hemos escuchado esto?).

El Ministro de Hacienda terminó la conferencia recordándonos insistir a nuestros lectores que toda esta reforma fiscal propuesta por el Benemérito de la Patria, tiene como único objeto el progreso y la felicidad de la nación. (C.A. ¿Desde cuando habremos escuchado esto?)

La Reforma tuvo poco éxito y es dentro de éste contexto cuando:

En 1845 se crea la primera escuela de Comercio de México y de América Latina, si, nuestra ESCA surge por una necesidad de “llevar y dar cuenta y razón” de los negocios y que se pueda desarrollar una contabilidad que permita precisar las ganancias y gravarlas para obtener recursos para el desarrollo.

La Constitución de 1857 si bien establece derechos y obligaciones en materia fiscal de los ciudadanos y otorga facultades para legislar sobre el particular al Congreso de la Unión la verdad es que los recursos siempre fueron, han sido y son insuficientes para atender las demandas de los mexicanos.

De hecho es hasta el siglo XX cuando se crea en 1925 el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y en 1980 el Impuesto al Valor Agregado (IVA), estos dos impuestos son la columna vertebral del sistema fiscal mexicano. Ambos tienen por razones históricas y políticas excepciones diversas, a menudo impopulares, para el sector de la población que no goza de esas ventajas y también las estadísticas muestran un alto porcentaje (del orden del 50%, al 2004 según fuentes oficiales) de evasión fiscal que deja ver a las claras una ineficacia en la recaudación y también una falta de cultura fiscal de la población. Cabe señalar que sobre este tema (cultura fiscal) algunas instituciones y algunos mexicanos han tratado  y aún tratan de hacer llegar esa cultura a la sociedad. La ESCA y otras escuelas de Comercio han luchado por esa necesaria cultura y en lo particular debo destacar al maestro politécnico Vicente Morales Villagran.

La historia económica nos muestra que ni en el siglo XIX, ni en el XX, ni en lo que va del XXI los recursos del Gobierno han sido suficientes para atender cabalmente las demandas de salud, educación, empleo, de infraestructura, de cuidado del medio ambiente, de abasto de agua, de vivienda y muchos etcéteras. Precisamente por que hemos tenido y seguimos teniendo estas limitaciones se requiere la participación y el talento de los mexicanos. Si, la Reforma Fiscal a 185 años de la Independencia aún esta pendiente.

Esta reforma pendiente, tienen varias explicaciones quizá la más importante es precisamente la falta de una cultura fiscal. En Estados Unidos es muy popular el refrán que advierte a sus ciudadanos que sólo hay dos cosas en la vida de las que no podrán escapar, la primera es de la muerte y la segunda es del fisco.

En cambio en México para el año 2004 se estimó que la recaudación sólo fue del 50%, o dicho de otra manera hay un 50% de evasión fiscal y las leyes sobre la materia están plagadas de excepciones, en medio de una maraña de datos, declaraciones y burocracia que hace difícil a los ciudadanos poder cumplir cabalmente. Las comparaciones internacionales también dejan ver esta debilidad. En efecto, mientras los países ricos captan por impuestos más del 30% de su Producto Interno Bruto, los países de economías medianas como el nuestro (Brasil, Argentina, Chile, etc.) captan más del 20% y nosotros en el 2004 sólo el 11%.

La ESCA desde 1845 ha procurado formar cuadros que den cuenta y razón de los negocios, sus maestros desde siempre han enseñado el respeto al fisco. En 1959 con la participación de varios maestros de la ESCA, se creó la Auditoria Fiscal. Claro, nuestros maestros de aquella época nos hablaban con entusiasmo del alto significado que tenía la cultura de la legalidad y la gran utilidad de las técnicas de auditoria.

De pronto el gobierno se dio cuenta que había muy pocos contadores públicos, quienes ni con todos los estudiantes de la carrera alcanzaban para siquiera hacer una auditoria cada 5 años a las empresas, entonces establecidas así, muchas de ellas apostaron a la suerte, a seguir irregulares e ilegales al cabo que “a mi no me va a tocar la auditoria y cuando esto suceda pues veremos como nos arreglamos”.

Tan triste comentario, tan pobre opinión hizo que el Colegio de Contadores Públicos y la Asociación de ex alumnos de la ESCA reaccionaran e hicieran planteamientos en el sentido de la legalidad. Recuerdo al maestro Vladimiro Waliazi, al distinguido maestro Sandoval de legislación fiscal, a Roberto Macías Pineda, a Constanzo Rodríguez por cierto creador del Registro Federal de Causantes y muchos otros que siguieron y siguen empujando a favor de la cultura fiscal. No olvidemos que la Reforma Fiscal que se ha buscado desde que obtuvimos la Independencia aún no se logra por falta de esa cultura.

ÍNDICE
70 ANIVERSARIO DEL IPN (1936-2006)

PREÁMBULO POR EL DIRECTOR GENERAL DEL IPN 
PRÓLOGO

CAPITULO I. ENTORNO                                                    
1.   Gobierno
2.   Territorio
3.   Población
4.   Producto Interno Bruto (PIB)
5.   Reforma Fiscal
6.   Deuda Pública Externa
7.   Desarrollo Tecnológico

CAPITULO II. LA FUNDACIÓN DEL INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL
1.   Antecedentes de la Educación Técnica
a)   Época Prehispánica
b)   Época Colonial
c)   Época Independiente
d)   El Siglo XX
2.   La Creación del IPN
a)   Antecedentes
b)   La Fundación en 1936
c)   Algunos datos Cronológicos
3.   Los Fundadores del IPN  
a)   Lázaro Cárdenas del Río
b)   Juan de Dios Batiz
c)   Gonzalo Vázquez Vela
d)   Luis Enrique Erro
e)   Narciso Bassols
f)    Carlos Vallejo Márquez
g)   Wilfirido Massieu
h)   Miguel Bernard

CAPITULO III. EL IPN A TRAVÉS DE LOS SEXENIOS    
1.        Sexenio de Lázaro Cárdenas (1934-1940)
2.        Sexenio de Manuel Ávila Camacho (1940-1946)
3.        Sexenio de Miguel Alemán Valdés (1946-1952)
4.        Sexenio de Adolfo Ruiz Cortinez (1952-1958)
5.        Sexenio de Adolfo López Mateos (1958-1964)
6.        Sexenio de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970)
7.        Sexenio de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976)
8.        Sexenio de José López Portillo (1976-1982)
9.        Sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988)
10.     Sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994)
11.     Sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000)
12.     Sexenio de Vicente Fox Quezada (2000-2006)

CAPITULO IV. FORMACIÓN INTEGRAL
1.   Difusión Cultural, la Sinfónica y el Planetario Luis Enrique Erro       
2.   Publicaciones y Bibliotecas.
3.   Actividades Deportivas
4.   Servicio Social y Egresados
5.   El Decanato
6.   La Fundación Politécnico
7.   Premios Nacionales de Investigación
8.   Enrique Villa: Seis Tareas
         BIBLIOGRAFÍA 

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