viernes, 2 de octubre de 2015

RECUERDO EMOTIVO DE JOSÉ MA. MORELOS Y PAVÓN

Viernes, 02 de Octubre de 2015


Por Cuauhtémoc Anda Gutiérrez

Este 30 de septiembre se celebró como de costumbre en su natal Morelia el 250 Aniversario del Natalicio del Siervo de la Nación José María Morelos y Pavón.

En efecto, nació en Valladolid, hoy Morelia en 1765 y desde que el cura Hidalgo le encomendó el trabajo insurgente en el Sur (20 de octubre de 1810), pidiéndole que tomara Acapulco, Morelos se metió a la causa de la Independencia en cuerpo y alma, de hecho, a la muerte de Hidalgo, él fue el artífice de la segunda etapa (1811 - 1815) de la Guerra de Independencia de México.

Desde 1811 y hasta el inicio de su declive militar en 1814, Morelos ayudado por muchos insurgentes y varios distinguidos lugartenientes, logró conquistar la mayor parte del Sur del país y una parte del Centro en la región de lo que en su honor ahora se llama Estado de Morelos, justo ahí se desarrolló entre el 9 de febrero y el 2 de mayo de 1812 su acción militar “el Sitio de Cuautla” que lo convirtió en el principal adversario del ejército realista.

También organizó el Congreso de Anáhuac, el primer cuerpo legislativo de la historia mexicana, cuyas sesiones tuvieron lugar en Chilpancingo (actual Estado de Guerrero) durante septiembre y noviembre de 1813. Allí Morelos presentó los Sentimientos de la Nación. El Congreso aprobó el 22 de octubre de 1814, en Apatzingán, la primera Constitución de México, aunque Morelos después declaró que “es mala por impracticable”.

Tras varias derrotas, fue capturado el 5 de noviembre de 1815 en Temalaca, Puebla por el coronel Manuel de la Concha, juzgado por la Inquisición y finalmente fusilado en San Cristóbal Ecatepec, el 22 de diciembre de 1815.
Estudió la carrera como sacerdote en el Colegio San Nicolás y en 1789 entró al Seminario de Valladolid donde se graduó en 1795, cuatro años después fue nombrado cura de Carácuaro, donde permaneció hasta 1810.

Entre sus destacados actos legislativos en la localidad del Aguacatillo en el municipio de San Luis Acatlán dictó varios decretos a fin de organizar lo más pronto posible un gobierno, entre otros escribió: “Cuidar los bienes de la Iglesia Católica”; “Evitar el Ataque con Fuerzas inferiores que el enemigo”; “Castigar Cualquier intento de Guerra de Castas y los pecados públicos”; “Observar escalafón militar por méritos”; “Obrar en armonía consultando en casos difíciles”; “Reiterar la medida dictada por Hidalgo en Guadalajara, de establecer un nuevo Gobierno en manos de los americanos, es decir, todos los nacidos en la Nueva España”.

El 13 de julio de 1811 Morelos dictó el siguiente decreto en Tixtla, tierra de Vicente Guerrero y hoy internacionalmente conocida porque ahí se ubica la Escuela Normal de Ayotzinapa, escribió…

“A partir de hoy se entregaran las tierras a los pueblos para su cultivo sin que puedan arrendarse, pues su goce ha de ser de los naturales en sus respectivos pueblos. Asimismo, faltándonos la moneda corriente de plata y oro para el socorro de las tropas, he resuelto se sellé moneda de cobre para el uso del comercio, las habrá de a peso, tostón, real y medio real, y podrán cambiarse por sus equivalentes de curso legar en cuanto termine la guerra”.

El 4 septiembre, ya estando en Chilapa, estableció lo siguiente:

“A todo mundo le es lícita la apelación, no hay motivo para negársela a los naturales de este reino. Los indios no deben pagar diezmos ni primicias de los frutos propios de este reino”.

Destaca desde luego, que en los avatares quisieron nombrarlo Alteza Serenísima, lo que él rechazó y dijo que simplemente era un Siervo de la Nación y así, se le recuerda a don José María Morelos y Pavón.
El 14 de septiembre de 1813 fue el día en que se instaló el primer parlamento constituyente y Morelos pronunció en el discurso inaugural los Sentimientos de la Nación, de los veintitrés puntos que consta el documento lo más relevante del contenido fue:

1º Que la América es libre independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o Monarquía, y que así se sancione, dando al mundo las razones.

2º Que la religión católica sea la única, sin tolerancia de otra.

3º Que todos sus ministros se sustenten de todos y solos los diezmos y primicias, y el pueblo no tenga que pagar más obvenciones que las de su devoción y ofrenda.

4º Que el dogma sea sostenido por la jerarquía de la iglesia, que son el Papa, los Obispos y los Curas, porque se debe arrancar toda planta que Dios no plantó: omnis plantatis quam nom plantabit Pater meus Celestis Cradicabitur. Mat. Cap. XV:

5º Que la Soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, el que sólo quiere depositarla en el Supremo Congreso Nacional Americano, compuesto de representantes de las provincias de números.

6º Que los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial estén divididos en los cuerpos compatibles para ejercerlos.

7º Que funcionarán cuatro años los vocales, turnándose, saliendo los más antiguos para que ocupen el lugar los nuevos electos.

8º La dotación de los vocales, será una congrua suficiente y no superflua, y no pasará por ahora de ocho mil pesos.

9º Que los empleos sólo los americanos los obtengan.

10º Que no se admitan extranjeros, si no son artesanos capaces de instruir y libres de toda sospecha.

11º Que los Estados mudan costumbres y, por consiguiente, la Patria no será del todo libre y nuestra mientras no se reforme el Gobierno, abatiendo el tiránico, substituyendo el liberal, e igualmente echando fuera de nuestro suelo al enemigo español, que tanto se ha declarado contra nuestra Patria.

12º Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte  se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto.

13º Que las leyes generales comprendan a todos, sin excepción de cuerpos privilegiados; y que éstos sólo lo sean en cuanto al uso de su ministerio.

14º Que para dictar una ley se haga junta de sabios en el número posible, para que proceda con más acierto y exonere de algunos cargos que pudieran resultarles.

15º Que la esclavitud se proscriba para siempre, y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud.

16º Que nuestros puertos se franqueen a las naciones extranjeras amigas, pero que éstas no se internen al Reino por más amigas que sean, y sólo habrá puertos señalados para el efecto, prohibiendo el desembarque en todos los demás, señalando el diez por ciento.

17º Que a cada uno se le guarden sus propiedades y respete en su casa como en un asilo sagrado, señalando penas a los infractores.

18º Que en la nueva legislación no se admita la tortura.

19º Que en la misma se establezca por Ley Constitucional la celebración del día 12 de diciembre en todos los pueblos, dedicado a la Patrona de nuestra Libertad, María Santísima de Guadalupe, encargando a todos los pueblos, la devoción mensual.

20º Que las tropas extranjeras o de otro Reino no pisen nuestro suelo, y si fuere en ayuda, no estarán donde la Suprema Junta.

21º Que no hagan expediciones fuera de los límites del Reino, especialmente ultramarinas; pero [se autorizan las] que no son de esta clase, [para] propagar la fe a nuestros hermanos de Tierra dentro.

22º Que se quite la infinidad de tributos, pechos e imposiciones que nos agobian, y se señale a cada individuo un cinco por ciento de semillas y demás efectos u otra carga igual, ligera, que no oprima tanto, como la Alcabala, el Estanco, el Tributo y otros; pues con esta ligera contribución, y la buena administración de los bienes confiscados al enemigo, podrá llevarse el peso de la guerra y honorarios de empleados.

Chilpancingo, 14 de septiembre de 1813.
José María Morelos.

23º Que igualmente se solemnice el día 16 de septiembre todos los años, como el día aniversario en que se levantó la voz de la Independencia y nuestra santa Libertad comenzó, pues en ese día fue en el que se desplegaron los labios de la Nación para reclamar sus derechos con espada en mano para ser oída; recordando siempre el mérito del grande héroe, el señor Dn. Miguel Hidalgo y su compañero Dn. Ignacio Allende.

Repuestas en 21 de noviembre de 1813. Y por tanto, quedan abolidas éstas, quedando siempre sujetos al parecer de S.A.S Paleografía y versión definitiva, realizada por el distinguido historiador mexicano, Ernesto Lemoine Villicaña, (1927-1993).


martes, 29 de septiembre de 2015

EL COSTOSO CASO DE AYOTZINAPA

Martes, 29 de septiembre del 2015


Por Cuauhtémoc Anda Gutiérrez

Se cumplió un año de la tragedia de Ayotzinapa, la que junto con el dolor de la pérdida de 43 jóvenes trajo aparejada una serie de historias, para decirlo suavecito, increíbles que asombraron a la sociedad y que aún ante una situación que no está totalmente esclarecida, aunque muchos de los culpables ya están detenidos y confesos. 

En efecto, casi de inmediato se supo que el Alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, su esposa María de los Ángeles Pineda Villa y su policía participaron en la detención y seguramente en la muerte de los jóvenes, los asesinos confesos están detenidos, sólo faltaba el que dio la orden de matarlos, el famoso “Gil” a quien hace un mes detuvieron. Sin embargo las dudas prevalecen. Empecemos desde el principio…

Los jóvenes estudiantes eran internos de la Escuela Normal de Ayotzinapa, que de pronto se organizaron para ir a Iguala, cera ce 200 kilómetros y para el efecto se fueron en autobuses. Las preguntas son obvias ¿Qué autoridad de la escuela autorizó el viaje?, ¿con qué propósito?, ¿Quién financió el pasaje y el viaje?, a eso debe responder ante el Ministerio Público el Director de la Escuela. Lo que ha trascendido es que ellos decidieron ir a Iguala (???) y para el efecto secuestraron unos camiones. En aquél punto de la República como en todo el país, secuestrar autobuses es ilegal y está penalizado por el Código Penal. No, este hecho no configura la actitud de buenos estudiantes.

Se dice que al llegar a Iguala quisieron ir a interrumpir un acto de la esposa del Alcalde, quien estaba dando un informe sobre los trabajos del DIF local y que ante esa posibilidad, la policía de Iguala los interceptó, los detuvo, se los entregó a la policía de Cocula (municipio guerrerense a 22 kilómetros de Iguala), quienes los mataron y luego en el tiradero de basura los apilaron y les prendieron fuego con el propósito de incinerarlos, al día siguiente por la tarde recogieron los restos, los echaron en bolsas y los tiraron al río. 

Lo que los expertos de la Comisión Interamericana aseguran es que no pudieron ser incinerados en tan poco tiempo, pero a juzgar por las declaraciones de los asesinos, los muchachos estaban muertos, tal vez por eso se explique que después de varios meses sólo los restos de dos de ellos hayan sido identificadas de acuerdo al ADN de sus parientes.

Recuerdo que desde los primeros días, el sacerdote Solalinde dejó entrever que en confesiones recibidas le habían señalado que los habían matado e incinerado, aún antes de que la Procuraduría hubiera obtenido la confesión de varios de los asesinos. Leyendo nuevamente el informe de los expertos, lo que objetan es que hayan sido incinerados, pero no de que estén muertos. Porque un año después en las pancartas de los familiares dicen “vivos se los llevaron, vivos los queremos de regreso”, lo que es una esperanza legítima de sus padres pero no puede ser materia de especulación de los comentaristas, porque lo único que dejan entrever es su odio al Gobierno de acusar arbitrariamente al Gobierno Federal.

Los maestros y el director del Plantel José Luis Hernández, saben mucho de estos temas, en entrevista reciente que le hizo una periodista del Excelsior aclaró que varios meses estuvo callado, porque esa instrucción le dieron las autoridades federales, pero que ya iba hablar y también que en la Escuela Normal no se han dado clases desde aquellos tristes hechos que tienen menos alumnos y menos demanda, que los muchachos que están ahora están de acuerdo en seguir promoviendo la búsqueda de sus compañeros así que en las mañanas se organizan para ir a protestar. Asimismo aseguró que hay 20 salones que no puede usar porque ahí viven los padres de los muchachos desaparecidos, quienes afirman que “no abandonaran las aulas hasta que aparezcan sus hijos”.

En resumen, en la Escuela no hay clases y los pocos alumnos inscritos se dedican al activismo y les dieron órdenes de la Secretaría de Gobernación para que a efecto para que tengan una calificación por el año, les ordenó que les pusieran 9 ó 10.

Quizá por esto y otra información que le ha llegado el conocido periodista Armando Fuentes Aguirre, el popular “Catón” el vieres 25 de septiembre publicó un artículo titulado “dos mentiras”:

La Escuela Normal de Ayotzinapa lleva en su nombre dos mentiras: ni es escuela, ni es normal. Más que institución educativa donde los estudiantes aprendan a enseñar es un centro de agitación política que convierte a sus alumnos en carne de manifestaciones y hace de ellos un instrumento de violencia al servicio de extremistas.

Eso no es normal, y menos en un país que avanza penosamente en el camino de la democracia, y en un mundo en que las utopías de la revolución armada son ya cosa del pasado. Al igual que la tristemente célebre CNTE, ese plantel se ha convertido en una lacra de México. Los continuos abusos que cometen quienes a él asisten, sus asaltos a edificios públicos, sus bloqueos de carreteras, irritan a los ciudadanos.

Ciertamente fue una tragedia nacional la pérdida de los 43 muchachos que fueron enviados a la muerte por dirigentes -o directivos- que aún están ocultos y no dan la cara, pero es una infamia usar la memoria de esos jóvenes para obtener ventajas políticas o económicas. Aplicar rectamente la ley dio buen resultado en el caso de la CNTE.

Sus inmorales líderes están ahora acobardados: saben que hay suficientes evidencias para llevarlos a la cárcel. Sus huestes, antes tan belicosas y pugnaces, se han ido sometiendo a las exigencias laborales. En igual forma los excesos de esos tan anormales normalistas deben ser frenados por la ley.

Ciertamente quienes los mueven buscan confrontarlos con los cuerpos policiacos a fin de tener más víctimas y fortalecer así sus pretensiones. Contra esos manipuladores, y no contra quienes les sirven de fuerza de choque, debe ir la autoridad. No es difícil localizarlos: están dentro de la misma escuela; se les conoce bien. Nadie debe legitimarlos, ni aun en el contexto de los desaparecidos. Hacerlo es poner trabas al desarrollo democrático de México y condonar la violencia como medio de expresión política... (Periódico Reforma, p. 11. 25-09-2015).


Sobra recordar que hubo marchas en diferentes ciudades del país y unos seis países en el extranjero, donde se juntaban unos 30 para exigir justicia por el caso. Los comentarios al exterior calificaron a la policía como lenta e ineficiente. Es obvio que la imagen de salvajes y primitivos no nos conviene, el turismo se inhibe, así como algunos negocios y finalmente creo que no nos merecemos esto.