Martes, 28 de abril de 2015
Por Cuauhtémoc Anda Gutiérrez
Se acaba de celebrar
la 7ª Cumbre de las Américas en Panamá en donde los medios enfatizaron los
discursos del Presidente Obama y del Presidente Raúl Castro porque el tema
principal era el diálogo entre dos países que por más de 60 años se habían
mantenido en pugna; por eso el acercamiento para muchos era un sueño, para
otros un milagro, pero para todos un paso de optimismo muy esperanzador para el
futuro.
Empero entre los
diferentes puntos de conflicto que esperaban tratar y limar los 35 países
asistentes se encontraba la dura calificación que envío el Gobierno del
Presidente Obama al de Venezuela, al decretar que el Gobierno de Madura era una
amenaza para los Estados Unidos, lo que en el ámbito Latinoamericano cayó como
una exageración de la Superpotencia.
Otro tema fue el del
tráfico de drogas que el Presidente de Colombia abordó y señaló los múltiples
problemas que ese tema les ha causado, pero hubo un discurso que impresionó a
la mayoría y es el que sobre este tema dijo la Presidenta de Argentina,
Cristina Fernández.
Usando un lenguaje
diplomático habló de las ventajas que tienen esas cumbres y pidió que más allá
de los temas tratados y por tratar, se utilice un lenguaje basado en la
sinceridad. Seamos sinceros, tratemos estos temas con la verdad y resolvamos
con sentido común. Ejemplificó diciendo que las sustancias tóxicas dentro del
país productor valen 2 mil dólares, pero cuando salen y llegan a Estados Unidos
su costo es de 40 mil dólares (20 veces más).
Esto salta a la
vista, es un mercado atractivo y permite que en los países productores se
formen cárteles encargados de organizar la producción y distribución cobrando
importantes sumas, cuyas magnitudes no permiten que se lave el dinero en sus
propis tierras, por tanto es en Estados Unidos o en los paraísos fiscales fuera
de sus fronteras donde se lavan estas grandes sumas de dinero. Asimismo
producen armas que venden a los cárteles organizados para que con ellos se
eliminen a las autoridades locales que Estados Unidos siempre pide que los
países del Sur se solidaricen con su “combate” al narco.
De esta perversa
manera la droga y los dólares (que no se sabe cabalmente como se lavan) se
quedan en Estados Unidos y las armas y los muertos se quedan en los países
productores y/o distribuidores en su lucha al combatir este ilícito.
En medio de ese marco
que alude bien la Presidenta Fernández tenemos al país más poderoso del mundo
que todavía se da el lujo de decir qué países están luchando contra el narco a
los que felicita y cuáles no, pensando que nadie se da cuenta de tan perverso
estado de cosas debe requerir salidas, pero ¿cuáles pueden ser éstas? Textualmente
dijo:
“No seamos cínicos, no seamos cínicos. Miles y miles de
millones de dólares que se blanquean en paraísos fiscales y en bancos de los
países desarrollados, si no se aborda ese problema no hay solución para el
narcotráfico. De la misma manera y con el mismo ahínco que se investiga y se
sigue el financiamiento del terrorismo internacional, se debe también seguir el
financiamiento y el camino de dónde va el dinero de los carteles de la droga.
Si no se aborda desde ese punto de vista, vamos a tener 20.000 cumbres, y lo
que es peor, los países emergentes van a quedar con los muertos y con las armas
que también producen los países desarrollados y le suministran a los carteles.
“Fíjense qué contradicción: con la droga y el dinero
se quedan los países desarrollados; con los muertos y las armas, los pobres de
América latina. Entonces, abordar este problema significa tener una clara
política por parte de las naciones centrales en el tema del lavado del
producido de ese dinero”.
La Presidenta de
Argentina dijo que se requiere sinceridad, en tanto que en el Uruguay ya se
legalizó la droga, mientras que en Estados Unidos en varios Estados como en
Washington, Colorado y otros más ya se legalizó la marihuana y se vende
libremente en tiendas autorizadas sobre este tema ¿qué sigue?
En primer lugar,
previsiblemente en los Estados Unidos, si como todo hace suponer, la
legalización de la marihuana tiene éxito en los Estados ya reconocida, poco a
poco seguirá habiendo más estados en estas condiciones y pronto producirán
marihuana en diversas presentaciones enriquecida con tales y cuales productos,
cobrara un valor de mercado y tenderá a sacar a la competencia que es la de los
países del Sur del Continente.
En segundo, respecto
a las armas los países del Sur deben insistir en que las tiendas de Estados
Unidos no puedan vender a los cárteles armamento a menudo más sofisticado que
el que tienen las policías de nuestros países.
Tercero, por lo que
hace a las otras drogas, mientras éstas no sean legalizadas seguirán creando un
mercado ilegal que en la medida en que haya demandas aguantan precios más
altos.
Cuarto, los Gobiernos
de nuestros países deben dictar políticas públicas a efecto de que el Sector
Salud convenza a la ciudadanía a alejarse de este mal y sobre todo se
establezcan campañas preventivas para la juventud. Hay que evitar a toda costa
y poner nuestro máximo esfuerzo para que las clases populares no se vuelvan
drogadictos, desde luego todos saben que el principal antídoto es la educación
y campañas permanentes que desalienten a niños y a jóvenes en el tema o
respecto a la droga.
Finalmente, Cristina
Fernández, en su discurso, que comentamos dijo que le gustaría que Estados
Unidos pusiera el mismo entusiasmo para combatir a los terroristas (sobre todo
después del 11/09), para combatir ahora los daños y secuelas que el
narcotráfico deja en su país pero sobre todo en los nuestros.