Martes,
07 de Junio de 2016
POR CUAUHTÉMOC ANDA
GUTIÉRREZ
Y llegó el 5 de junio y con él las elecciones que se dieron en un ambiente tenso, porque en varios Estados los participantes se dedicaron a privilegiar lo que llaman “campañas sucias” y que consisten en insultar y descalificar de todas las maneras posibles a los candidatos oponentes y esto incluye insultar a parientes cercanos como lo hizo López Obrador con su hermano o los primos Yunes de Veracruz entre otros miniescándalos que dejaron el temido 5 de junio en condiciones de alerta política pero también policiaca.
La jornada electoral pasó sin mayores incidentes, o si los hubo aún no han trascendido. Destacando las casillas vacías en la Ciudad de México donde sólo un reducido número participó en la elección de la mayoría de los Diputados que conformarán el Congreso Constituyente de la Ciudad de México.
Destaca que en las 12 Entidades en las que se eligió a un nuevo Gobernador, sólo en 4 ganó el partido político que estaba gobernando, lo que significa que en ocho Estados el electorado cambió. Para los analistas esto es un claro símbolo del hartazgo por la corrupción, o por la ineficiencia o por la incapacidad o porque no cubren las expectativas de la ciudadanía o por todas estas cosas juntas que hicieron que los ciudadanos les retiraran su apoyo y ahora escogieran a otro partido.
Así, cambiaron en Aguascalientes y Chihuahua en donde gobernaba el PRI y pasaron al PAN, 3) Durango del PRI al PAN-PRD; 4) Oaxaca de varios partidos de izquierda al PRI; 5) Quintana Roo del PRI al PAN-PRD; 6) Sinaloa del PAN-PRD al PRI; 7) Tamaulipas del PRI al PAN y 8) Veracruz pasó el PRI al PAN-PRD.
Es evidente que estas elecciones son un grito de alerta respecto a la elección presidencial del 2018, ya lo leyó así Manlio Fabio Beltrones, quien había dicho que el PRI ganaría 9 Gubernaturas y sólo ganó 5, no hay duda de que sus consejeros se equivocaron, que es momento de reflexión y de acción, con el ejercicio de reflexión entender qué pasó y con la acción poner en marcha programas que eviten que lo que sucedió ahora se repita en el 2018.
Ante la pregunta de ¿cómo llegamos a esto?, hay varias hipótesis que deben analizarse serenamente, recordando que en el año 2000, cuando el Presidente Fox ganó la elección presidencial tuvo que gobernar con los Gobernadores de los Estados, en la inteligencia que sólo unos cuantos fueron electos en el 2000, por lo tanto a los que para acercarse los controló dándoles “manga ancha”, de esa manera poco a poco los Gobernadores se fueron convirtiendo en verdaderos virreyes, seis años después llegó el Presidente Calderón y continuó el fuerte poder que los señores Gobernadores ejercen en sus correspondientes Estados con una gran fuerza.
Por eso llama la atención que este 5 de junio en 8 de los 12 Estados la ciudadanania con toda libertad y gracias a su voto decidieron cambiar al partido que los gobernaba. Estamos a sólo dos años del 2018 y los ciudadanos ya se dieron cuenta que su voto SI cuenta
Por otra parte ¿qué puede suceder con los nuevos gobernantes cuando entren en operación?, algunos de ellos han declarado que van a meter a la cárcel a los gobernantes salientes, lo que son declaraciones machistas, sin un sentido político; se echan un compromiso político como si contaran con las evidencias en materia jurídica para formarles juicio olvidando que en nuestro marco jurídico toma tiempo hacer esto y mientras tanto estarán siendo vistos como “brabucones de pueblo”.
Si además las evidencias que dicen tener a la luz de los jueces no configuran un delito la gente dirá “este tipo nos salió bravero de pueblo” o lo que es peor dirán que “ya los compraron”.
Los nuevos Gobernadores a su vez tendrán que recordar la coyuntura en la cual están llegando, porque lo más fácil sería hacer lo que hacían los anteriores, pero el sentido del voto no es que les den más de lo mismo sino que el que llega a gobernar se asuma como servidor público y atienda a la ciudadanía cumpliendo las expectativas de la sociedad.