jueves, 16 de julio de 2015

MURIÓ EL GRAN TONATIUH

Jueves, 16 de julio del 2015


Por Cuauhtémoc Anda Gutiérrez

La mañana del 16 de julio del 2015 me llamó mi hermano Juan Enrique de Monterrey, donde se encontraba visitando a su hijo enfermo y en un tono de profunda tristeza simplemente me dijo: – acaba de morir Tonatiuh, avisa por favor a la familia. De inmediato se me hizo un nudo en la garganta y alcance a pronunciar algunas frases lastimeras, de condolencias.

Tuve la dicha de conocer a Enrique Tonatiuh Anda García desde que nació, hace cuarenta y cuatro años. Tuvo una infancia feliz y afortunada. Desde bebé, su mamá orgullosa cuando le decían que estaba “muy bonito”, de inmediato se acomodaba para decir: - si, “lo voy a alquilar para niño Dios”. Fue un niño avispado, vivaracho y juguetón que a su abuelita Queta, la ponía siempre de buen humor.

Lo vi desarrollarse inquieto y divertido, ya de adolescente le gustaba cantar, jugar horas enteras con sus primos fútbol americano y como el mismo decía hace apenas unos días, también hacía “travesuras y diabluras” junto con sus primos, Jesús y Cuitlahuac también de su misma edad y al igual que ellos se expresaba con mucha propiedad.

Dentro de sus trabajos, que no fueron fáciles, supo tomar caminos de éxito. Los amigos que dejo en la Secretaria de Industria y Comercio dan constancia de esto. Por lo que hace a las amistades que construyó en Monterrey, básicamente a raíz de que empezó a trabajar en la Empresa Villacero, hay constancias notables. 

El sentimiento generalizado cuando a uno se le va un ser querido, en casos como este, se agudiza porque sus dos hijos (Max y David) son aún niños, y al igual que lo era su padre, juguetones, simpáticos y agradables.

Recuerdo que hace unos tres años me dieron la noticia de que Tonatiuh estaba enfermo, yo extrañado pregunté: - de qué?, la respuesta fue amarga, - Tiene cáncer, de inmediato reaccioné, - ¿cómo que tiene cáncer?, ¿no será esto una broma? No, eso le dijo el doctor. Desde entonces mi madre (quien todavía vivía), mi hermana y mis hijos estuvimos de tiempo en tiempo checando con él mismo y con mi hermano Juan Enrique el curso de su salud.

Advierto que de pronto las versiones de un agravamiento eran superadas por vía telefónica por el mismo “Tona”, quien siempre nos contestó con optimismo desbordado – “nombre”, no se preocupen, yo estoy bien, “un triste cáncer no me va a vencer a mí”.

Hace un par de años empecé a sospechar que algo no cuadraba y a sugerencia de mi hermano nos fuimos a Monterrey a visitarlo, encontramos que vivía en una casa digna, en un fraccionamiento en Monterrey, su esposa Alejandra por la mañana se encargaba del desayuno de la familia y de llevar a la escuela a los niños.

Al medio día pasaba por ellos, regresaban a casa donde se encontraba su papá, después de las quimioterapias. Esto nos dio oportunidad a mi hermano y a mí para platicar largo sobre sus planes, proyectos, etc. y a todo nos dio respuesta, con algo que ahora me parece una enorme valentía por no preocuparnos ante el visible deterioro que estaba sufriendo. Llegaban los niños corriendo a saludar a su papá y ante la pregunta típica de – ¿cómo te fue en la escuela?, le empezaban a platicar sus hazañas infantiles y a pedir ayuda para la tarea, en fin, el ritmo de un matrimonio normal. Con ese sabor de boca regresamos a México.

De pronto nos dijeron que la operación de cáncer en el colon había resultado exitosa, pero pocas semanas después, se oyó decir que la enfermedad había hecho metástasis y que ahora tenía cáncer en el hígado. Al preguntarle a Tonatiuh sobre el particular, me dijo: - tío, si vencí el cáncer de colon, estas cuantas células que se brincaron al hígado, no van a ser problema, mis planes y proyectos siguen adelante. Nuevas llamadas y nueva información: - Tío, te hablo de mi oficina, ya estoy trabajando otra vez, - qué bueno gran Tona, respondí.

Después de unos meses, nos enteramos que estaba desahuciado, por lo que hace a la medicina alópata y le aconsejaron buscar medicina alternativa y de esa manera empezó a ver una doctora de la Ciudad de Guadalajara.

Finalmente, hace un mes oímos que el gran Tona mostraba ya en su cuerpo los rudos rasgos del cáncer, mi hermano me dijo, déjame ir a verlo, hará quince días, me dijo: - hermano, vengan por favor. Así, en compañía de mi esposa Esperanza, de mi hija Donaji, mi hermana América, su hijo Jesús, mi sobrina Citlali y su niña Aleishai, llegamos el sábado y el domingo cuando regresábamos llegaba mi hijo Cuitlahuac con sus hijas Mitzi y Yoatzin.

El domingo de regreso, todos nos veíamos con tristeza al constatar que “el gran Tona” ahora era contenido en un cuerpo amarillento que no llegaba a cincuenta kilos, pero su rostro y su optimismo hablaban como si en su cuerpo hubiera la tan anhelada sanidad, nos dio muestras de su lucidez, me dijo: - Tío, yo creo que estás pensando en el artículo que vas a escribir. A Jesús le recordó “travesuras y diabluras” que hicieron de adolescentes… pero, los siete de este grupo íbamos rumbo al aeropuerto cuando le hablé a su celular a Cuitláhuac y me dijo: ya voy para la casa de Tonatiuh, le dije: - ya nos cruzamos en el camino, nosotros ya vamos para el aeropuerto.

Al día siguiente, hablé con Cuitlahuac en la mañana, le conté nuestras experiencias, lo vimos dos veces, una el sábado y otra el domingo y en ambos casos estaba en cama.

En cambio Cuitlahuac dice que los recibió de pie y que todo el tiempo estuvo caminando. Coincidimos que en lo que hablaba la persona postrada en la cama no concordaba con su cuerpo, mi hijo y yo concluimos que toda su vida había sido optimista pero había que añadirle además que también era un hombre valiente. Ahora me percato que fue muy valiente al no querer preocupar a su familia de más y en su lucha contra esta terrible enfermedad.


Descanse en paz “el gran Tona”, con mis más sentidas condolencias para toda la familia, en particular para sus padres, Juan Enrique Anda y Lydia García, sus hermanas Citlali y Nicté, para su viuda Alejandra Longoria y a sus hijos Max y David.

miércoles, 15 de julio de 2015

LA REVOLUCIÓN FRANCESA Y LA FUGA DEL CHAPO

Martes, 14 de julio del 2015


Por Cuauhtémoc Anda Gutiérrez

Ha llamado mucho la atención la reciente fuga del “Chapo” Guzmán, personaje que dá para escribir libros y hasta para hacer películas, pues es el único que se ha podido fugar dos veces de diferentes cárceles de alta seguridad, una en Jalisco y otra en el Estado de México.

Para el efecto, en las dos usó los mismos procedimientos, dinero, sobornos, intimidaciones y un talento especial para ingeniosamente armar su fuga en solitario. En esta ocasión efectuó la fuga cuando el Presidente de la República, el Lic. Enrique Peña Nieto, con la mitad de los miembros del gabinete volaba en dirección a Francia, pero aún no aterrizaban cuando en pleno vuelo el Presidente fue informado de la fuga del “Chapo”, sin duda el preso más importante de los penales del país.

Al llegar a Francia, el Presidente Peña Nieto envío de inmediato de regreso a Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, para que se encargara de la investigación, persecución y demás, pero dejó en la visita al General Secretario y al Almirante en Jefe de soldados y marinos.

Al iniciar las investigaciones y al final del primer día, Osorio Chong dio un mensaje a los medios  en los que dejó en claro que el “Chapo” contó con ayuda interna de custodios y posiblemente de autoridades, además para construir el túnel por el que escapó es obvio que requirió los planos de la prisión, los que no son de conocimiento público. Desde luego requirió sobornar y pagar una construcción que los expertos dicen duró por lo menos 6 meses, aquí surgen dos preguntas ¿a quién y a cuántos sobornó y contrató para hacer la obra?, y otra pregunta no menos relevante ¿de dónde sacó el dinero para financiar esto?, recordemos que estaba preso, cuando le detuvieron de nuevo, ¿cuánto dinero le confiscaron? En la inteligencia en que tratándose de él y a las actividades ilícitas a las que se dedicaba se supone que el dinero era mal habido y en consecuencia no debería de tener, o qué ¿a los delincuentes los meten a la cárcel y los dejan que disfruten su dinero mal habido?

Asimismo, para quienes exigen que el Presidente regrese de inmediato para atender el tema de la fuga, lo hacen montados en una especie de odio enfermizo que le tienen al titular de las Instituciones Nacionales, la fuga de un preso no obliga a tanto.

Lo que sí creo que deben meditar los legisladores es autorizar la salida del Presidente en turno pero sin llevar al Secretario de Gobernación, que en nuestro caso equivale al Secretario del interior. Varios países siguen ésta máxima, por ejemplo en Estados Unidos el Presidente y el Vicepresidente no pueden ausentarse simultáneamente del país precisamente previendo el remoto caso que alguna emergencia requiera al Presidente en cuyo caso será transitoriamente sustituido por el Vicepresidente.

Por otra parte, recuerdo que la Revolución Francesa arrancó el 14 de julio de 1789 con la toma de la Bastilla y el slogan de “libertad, Igualdad y Fraternidad”, el pueblo se levantó en armas, derrotó a la invencible monarquía y guillotinó a los reyes Luis XVI y María Antonieta. En aquélla epopeya nace su himno nacional La Marsellesa, los Derechos del Hombre y desde entonces los gritos libertarios se han esparcido por el mundo.

El 14 de julio de 1989 se celebró el bicentenario de la Revolución, ese año en México se empezó a hablar de la necesidad de crear casinos para mejorar el turismo, quien esto escribe, presidía la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados, los periodistas me acosaban con preguntas, porque había, entre otros proyectos  el de convertir el Castillo de Chapultepec en un gran casino.

Esto obligó a que los miembros de la comisión averiguáramos si los países turísticamente más exitosos habían requerido de casinos para conseguir el estatus logrado, con ese fin invitamos a que hablaran ante la Comisión de Turismo a los embajadores de España, Francia e Italia y los tres en sus distintas intervenciones descartaron que la gente fuera a Paris, Madrid o Roma para jugar en los casinos.

En este afán entramos en contacto con el embajador de Francia quien amablemente invitó a los festejos del Bicentenario a seis Diputados. De esta manera llegamos a París, pedimos entrevistarnos con el entonces Presidente Salinas de Gortari quien estaría desde el día 13 de julio, los que fuimos éramos de diferentes partidos y vimos un fastuoso y elegante desfile a lo largo de los Campos Elíseos en medio de las notas de la marsellesa interpretadas por voces destacadas de la opera.


Precisamente, una ceremonia similar atenderá ahora la delegación mexicana, pero como México es país invitado especial, ayer le entregó la Famosa Universidad de la Sorbona una distinción al Presidente Enrique Peña Nieto y los Secretarios que le acompañan llevan una agenda de trabajo que al regresar darán un breve informe por ellos y por los medios de comunicación sabremos si mejoró la relación con tan importante país. ¡¡¡Viva Francia y Viva México!!!