Martes, 14 de Junio de 2016
POR CUAUHTÉMOC ANDA GUTIÉRREZ
Observo con preocupación hechos recientes que
muestran una descomposición social en diversos países del mundo, llaman la atención
las riñas deportivas, los crímenes de odio como el muy reciente caso en
Orlando, Florida en Estados Unidos, más lo asesinatos que tristemente ocurren
cotidianamente por el narcotráfico en nuestro país y otras latitudes, más los
conflictos del día a día.
En Europa se está jugando la Eurocopa en un
ambiente tenso por los recientes atentados terroristas precisamente en Francia
donde se juega esta copa, donde además se han enfrentado en las calles
aficionados de diferentes equipos, destacando las riñas entre aficionados Rusos
e Ingleses, las tomas de televisión más que mostrar simples aficionados de
futbol presentan a bandas de jóvenes rijosos, varios de ellos ya detenidos. Los
ataques extremistas que recientemente se vivieron en éste país, crean un
ambiente de tensión entre la sociedad y estas peleas de “hooligans” han crispando
aún más el ambiente.
Entre los crímenes de odio destaca desde luego el
del bar gay “Pulse” de Orlando, Florida, que dejó 50 muertos y 53 heridos.
Según los expertos esto es resultado del ambiente que propician los políticos
cuyo discurso es de odio, tal es el visible caso de Donald Trump cuyos siempre
polémicos discursos incitan al odio y a la violencia, porque en realidad el
realizador de esta masacre fue Omar Mateen y también esto es consecuencia de
quienes piensan que Dios no sólo permite sino que les ordena “matar” a otras
personas simplemente porque son diferentes.
Por cierto por la llamada ley del rifle, más bien
costumbre, que desde el siglo XIX en Estados Unidos comprar un arma es como llegar
a una tienda y pedir unos chocolates, si tienen los ponen a su disposición, los
paga y se los lleva, así fue como Mateen adquirió un rifle de asalto Sig Sauer AR-15 que con 2 mil dólares y
sin ningún otro requisito se llevó, también compró una pistola Glock de 9 mm.
Cabe señalar que el rifle de asalto no se usa para
la caza, pues dispara 45 balas por minuto, es decir, está diseñado para la
guerra. De 5 a 8 millones de estadounidenses tienen un AR-15 en casa, según la Fundación de Tiro Deportivo. Además se
estima que hay seis tiendas de armas por cada “Starbucks” en
Estados Unidos según datos del 2013. Por eso, son más comunes las muertes por
violencia armada en Estados Unidos que en otros países ricos.
El comentario de Donald Trump sobre la masacre en
Orlando justifica bloquear el ingreso a Estados Unidos de cualquier persona
proveniente de una nación con historial de terrorismo. Eso, a pesar de que el
responsable del ataque al bar gay “Pulse” nació en Estados Unidos “cuando
sea elegido suspenderé la inmigración procedente de las áreas del mundo donde
exista una historia probada de terrorismo contra Estados Unidos, Europa o
nuestros aliados hasta que entendamos plenamente cómo acabar con estas amenazas”.
Francamente en esto hay un desquiciamiento que
lamentablemente la religión católica y sobre todo sus sacerdotes, obispos, etcétera
han condenado el matrimonio entre parejas del mismo sexo, cuando es interesante
observar que los homosexuales no han hablado mal ni descalificado al matrimonio
entre heterosexuales.
Tristemente también se han vuelto cotidianos los
crímenes en Estados como Tamaulipas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca que día a día
y mes a mes siguen sumando decenas de muertos porque como si fuera una
competencia deportiva el cartel de un pueblo se pelea contra el cartel de otro
hasta que se enfrentan a un cartel mayor de una Ciudad, pero ¿qué es lo que
pelean?, pues el ilegal mercado de el control de las plazas al cobrar derecho
de piso, el secuestro, etc. Inútil comentar que este fenómeno crea un pésimo
ambiente entre los pueblos y trasmite un desaliento a la sociedad.
Entre muchos otros problemas sociales no podemos
dejar de lado la maldición que les cayó a Estados como Oaxaca, Guerrero,
Michoacán y Chiapas por la nociva lacra que les ha significado por décadas, la CNTE
que ha explotado a los maestros quienes han vivido en un ambiente perverso en
el que ni siguen estudiando para enseñar mejor pero si siguen participando en
marchas, manifestaciones y politiquerías que sirven a sus líderes para
enriquecerse que han llevado a la cárcel a algunos de ellos y que lo más
doloroso y lamentable es que ha dejado sin clases a millones de niños en las últimas
décadas. Esto último, el dejar sin clases a los niños es un delito que deberían
de merecer cárcel y que lamentablemente no está aún tipificado en el Código
Penal como delito.
La ridícula defensa que AMLO hace para excarcelar
a los dos líderes detenidos con cargos por tráfico ilícito de dinero son una
muestra más de los errores políticos a los que ya nos tiene acostumbrados.