Viernes, 02 de Septiembre de 2016
POR CUAUHTÉMOC ANDA GUTIÉRREZ
Al
llegar la ceremonia del Informe Presidencial, cada año desde 1980 recuerdo con
emoción y tristeza este evento con emoción, porque desde niño me enseñaron a
querer y celebrar esta fecha que marca el arranque del mes de la patria porque
arranca el Congreso de la Unión, porque recordamos la gesta de la Independencia,
el sacrificio de los Niños Héroes y tantas fiestas patrióticas que concurrieron
en este mes aunque en diferentes años.
En
lo particular, aquel primero de septiembre de 1980 tuve el alto honor de
presidir el Congreso de la Unión y en esa calidad contestar el cuarto informe
presidencial del Presidente José López Portillo. Tal vez por ello, año con año
narro algunas observaciones sobre el informe correspondiente. En ésta ocasión narraré
algunos cambios dramáticos que incluso han permitido que haya informes sólo
presentados por escrito que no hacen menester si quiera presencia del
Presidente en turno ante el Congreso, ya que puede enviar por escrito un
documento, que entrega el Secretario de Gobernación en un ejercicio ajeno al
glamour que implica el titular del
Ejecutivo rinda cuentas a su pueblo representado precisamente por Diputados y
Senadores de la República, pero en fin, recordemos el sexto Informe de Gobierno
del Presidente Fox…
2 DE SEPTIEMBRE DEL 2006
Por fin llegó el primero de septiembre con fuertes
barruntos de tormenta tanto en el cielo como en el ambiente político. Desde
días antes, los perredistas habían anunciado que impedirían que el Presidente
Fox leyera su Sexto Informe, por su parte Fox dijo que sí asistiría, porque de
acuerdo al ordenamiento constitucional explícitamente señala que el primer
periodo de sesiones de cada nueva Legislatura el Titular del Ejecutivo debe
presentarse. Este es el caso, se trata del primer periodo de la LX Legislatura. El siguiente
mal indicio fue el intento de los perredistas encabezados por algunos miembros
de la LIX Legislatura
de establecer un plantón frente a San Lázaro de donde fueron retirados y
obligaron al presidente de la mesa directiva de la LIX a solicitar la fuerza
pública de acuerdo al propio marco jurídico. Vinieron quejas de los perredistas
y luego amenazaron al sentenciar que el Presidente Fox no sólo no hablaría en
el Congreso sino que ni siquiera podría llegar a él.
El día primero por la mañana el Jefe de Gobierno del DF
anunció que no asistiría al Informe pues prefería quedarse fuera del recinto
para personalmente vigilar el operativo a efecto de que las seis marchas de
protesta anunciadas desde diferentes puntos de la ciudad en dirección al
Palacio de San Lázaro se desarrollaran en orden. Al mismo tiempo se empezó a
decir que el Presidente llegaría por helicóptero. Poco después del medio día se
dijo que las marchas serían no 6 sino 16 al tiempo que los legisladores
empezaron a llegar a San Lázaro no sin antes pasar varios retenes que obligaban
a una identificación y revisión individualizada, los noticieros del medio día
mostraban a unos 30 legisladores del PRD que llegaron juntos y querían pasar en
bola, en medio de una gritería que no pasó a mayores. El ambiente se sentía
tenso, la ciudad se encontraba colapsada, unas 10 estaciones del metro fueron
cerradas, se palpaba la preocupación de las familias, se presionaba en los
empleos para dejar de trabajar en la tarde ante el peligro de que se suscitaran
violencia en diferentes rumbos de la ciudad. También se dijo que AMLO estaba
citando a sus militantes en el Zócalo para a partir de las 4 de la tarde tomar
con ellos una decisión respecto a marchar o no rumbo a San Lázaro.
Por su parte, los organizadores del evento, desde la
lista de invitados tuvieron que trabajar bajo una gran presión, por ejemplo,
además de los invitados habituales como los gobernadores, el cuerpo
diplomático, los partidos políticos, los jerarcas de las iglesias, los
representantes, el ejército y la marina, el gabinete en pleno, los medios de
comunicación y líderes de diferentes organizaciones, tuvieron cuidado de no
invitar ni a Calderón ni a AMLO; empero, a cada partido político se le entregan
varias invitaciones y nada impide que el PAN le diera una invitación a su
candidato y lo mismo haga el PRD. El portavoz de Calderón anunció que para
evitar enrarecer más el ambiente, Calderón no asistiría, en cambio AMLO dijo
que hasta el mismo día en la tarde lo decidiría, de modo que un escenario
podría ser que a las 16:30 horas previa arenga a sus militantes AMLO marcharía
a San Lázaro, lo que auguraba algunos roces violentos al llegar a los retenes, donde
dejarían pasar a AMLO y este entraría al recinto de San Lázaro con estruendosas
porras dentro y fuera, y obviamente con un alto riesgo de desencadenar
violencia dentro y fuera.
Afortunadamente cupo la prudencia en AMLO, al arengar a
su gente les habló de los riesgos y les preguntó: ¿quieren que vayamos para
caer en la provocación?, le gritaron que no y se quedaron. De modo que no hubo
marchas.
Un
año después escribí…
Lunes, 03 de Septiembre de 2007
Por décadas los mexicanos vivimos con la idea de que el
primero de septiembre era el día del Informe Presidencial, el cual equivalía al
día del Presidente, quien con mayoría en el Congreso era decenas de veces
interrumpido por aplausos con los que los legisladores e invitados daban
muestras de aprobar su buena gestión. Empero, este año nos recordaron lo que
dice el artículo 69 de la
Constitución el que simplemente señala que el día que
inauguren sus sesiones el Congreso el Presidente entregará por escrito un
Informe que muestre el estado que guarda la Administración
Pública del país. Un PRD letrista dijo que eso debería hacerse
y así fue.
Por la televisión vimos como este primero de septiembre
una Comisión de cortesía de legisladores fue a Los Pinos de donde en comitiva salió
rumbo al Palacio Legislativo, a las puertas del mismo otra Comisión de
legisladores lo recibió y lo condujo hasta el presídium, en medio de aplausos.
No, no hubo gritos de protesta porque los perredistas se ausentaron del salón,
incluso la presidenta Ruth Zavaleta quien se excusó y lamentablemente no
pasaron en vivo sus palabras y dejó en su lugar al vicepresidente del PAN en un
acto que a los ojos de la sociedad muestra la inmadurez política del PRD que
sigue montado en un berrinche derivado de la pérdida de la elección del 2 de
julio del 2006. Berrinche que se ha manifestado en la toma del Paseo de la
Reforma, en la operística bufa de toma de protesta de AMLO el 20 de noviembre
pasado del autonombrado “Presidente Legitimo” y en una serie de actitudes
infantiles que solo han desprestigiado a la izquierda mexicana, corriente que
es necesaria para la buena marcha del país…
El domingo 2 de septiembre la Presidencia de la República organizó un
evento con el Gabinete, los Gobernadores, por cierto tres del PRD, el
Presidente Calderón leyó los puntos relevantes del Informe Presidencial
entregado el día anterior al Congreso. Es importante comprender que la sociedad
tiene derecho a enterarse de la marcha del país y el Presidente también tiene
necesidad de comunicarse con el pueblo que gobierna, el resultado fue una
ceremonia sobria, para mi gusto plana porque para tener la película completa de
lo que es la sociedad mexicana del siglo XXI, hace falta la presencia de la izquierda,
lástima que este tan dividida y venida a menos.
Entre las cosas que el Presidente mencionó, destaca
nuestro rezago educativo, reconoció que solo uno de cada 4 jóvenes en edad de
estudiar asiste a alguna universidad, los otros tres no tienen espacio también
dijo que las evaluaciones internacionales de la OCDE quedamos en los últimos lugares, claro,
también felicitó a los jóvenes que ganaron concursos internacionales de
Geografía y de tecnología del agua, pero la urgencia de una Reforma Educativa y
una mejor capacitación para los maestros es más que evidente.
Respecto al estado de derecho dijo que “el objetivo de
esta esfuerzo ha sido garantizar el imperio de la ley, no permitir que la
delincuencia se apodere de lo nuestro”, añadió que “México no puede esperar
más, llegó la hora de pagar la deuda social con los que menos tienen”, también
dijo que “necesitamos convertir a México en uno de los mejores destinos de
inversión en el mundo”, además que “superar la pobreza y cuidar la naturaleza
deben ir de la mano”. Desde luego, habló del tema de seguridad e hizo elogios
por el trabajo y la lealtad de las fuerzas armadas y hacia el final aseguró que
“México debe ser y será un país seguro y libre, por eso seguiremos actuando con
toda la fuerza del Estado”.
Respecto a la política exterior, dijo “Externo una
enérgica protesta por las medidas unilaterales de Estados Unidos que exacerba
la persecución en contra de los trabajadores mexicanos” lo que le mereció una
ovación de los asistentes puestos de pie.
En
el 2008 escribí:
Lunes, 08 de Septiembre de 2008
Llegó el primero de septiembre, fecha que desde niño
recuerdo que era día feriado, no había clases y años después cuando estudiante
y luego como maestro del IPN nos acostumbramos a ver y a comentar el Informe.
Recuerdo que los Secretarios de Estado en la segunda quincena de agosto
guardaban prudente silencio para que el Presidente en turno anunciara ese
primero de septiembre las noticias que competían a cada ramo. En mis muchos
años de maestro era obligatorio comentar al regresar a clases el Informe, tanto
por lo que dijo el presidente como por lo que no dijo, estoy cierto que éste
era un ejercicio democrático, sano que nos permitía tomar un poco el pulso de la Nación. Los medios de
comunicación destacaron los puntos finos, las buenas y las malas noticias, se
organizaban debates en los medios y en las universidades y en casa y con los
amigos era tema obligado que daba sustento al mes de la patria, el que ahora
empezó, casi in darnos cuenta.
Efectivamente ésta ceremonia republicana se convirtió en
el día del Presidente y en años recientes el día para insultar al Presidente,
al grado de que el Congreso opto por una alternativa peor que consiste en que haya
Informe sin Presidente, es decir, que físicamente no asista a la apertura de
sesiones del Congreso de la Unión, práctica que por cierto está arraigada en
muchos otros países democráticos, incluyendo Estados Unidos, donde los
legisladores saben claramente que quien les informa es el titular de las
Instituciones Nacionales y aún a Presidentes tan impopulares como George Bush,
son tratados con el respeto que merece su investidura.
En el México convulsionado por la violencia que nos está
tocando vivir, con mayor inflación y menos crecimiento económico a los
programados necesitábamos oír la voz firme y tranquilizante del Presidente,
pero la falta de tolerancia y de habilidad de nuestra clase política lo
callaron y nos quedamos sin materia para analizar nuestros problemas con
información fresca y creíble. Ante la pregunta de ¿Qué les pareció el Informe?
Mis parientes y amigos hacen cara de “wat”. Los mini discursos que alrededor de
la fecha dijo por televisión el Presidente Calderón NO PERMEARON A LA SOCIEDAD.
Ocho
años más tarde en…
Martes, 01 de septiembre del 2015
Por el Informe nos enterábamos desde si había llovido
poco o mucho en el país, se mencionaban las regiones más castigadas y
reflexionaba uno sobre la importancia de la lluvia, también se nos informaba de
las tragedias más sonadas, el evento se escuchaba con toda puntualidad y
seriedad.
Los días subsecuentes en ambas Cámaras se hacía la glosa
del Informe, se conformaban sendos debates en los cuales los señores
legisladores manifestaban su punto de vista que podrían ser controvertidos,
explicativos con el fin de conciliar. El resultado era que se tomaba el pulso
de la situación general del país.
Por su parte, los medios de comunicación dedicaban
amplios espacios para hacer del conocimiento de la sociedad tanto lo que dijo
el Presidente como las opiniones propias y de los más destacados comentaristas.
Con todo este material quedaban claros varios asuntos
pendientes que desde luego ameritaban la atención y el seguimiento que de mayor
o menor intensidad la sociedad reclamaba. Este ejercicio cívico eran mucho más
las lecciones positivas que dejaban en el público que las negativas, por esto,
lamento mucho, que los Diputados en tiempos del Presidente Fox, por su conducta
irrespetuosa hayan propiciado que aquella digna y popular ceremonia cívica que
terminó con el siglo XX, sea ahora un ejercicio de entrega por oficialía de
partes.
Inútil
señalar que éste ejercicio si bien cumple con lo que dice la Constitución, deja
un enorme vacío porque el Presidente no puede decir su Informe y los
Legisladores y público no pueden aplaudir o chifar, según consideren sus reacciones.
Este espantoso vacío ha tratado de llenarse de alguna manera y en ésta ocasión
300 jóvenes de todos los Estados de la República hicieron comentarios y
preguntas al Presidente quien públicamente y mostrando agilidad mental y
dominio de los temas contestó en público recibiendo aplausos en la mayoría de
los casos, empero dejando uno que otro vacío.
Aunque
yo no pienso que todo tiempo pasado fue mejor, si creo que para todo fin práctico
era mejor los Informes a la antigüita si
simplemente todos los legisladores mostraran respeto a la investidura
presidencial recordando que son seres
humanos que pueden tener errores, se vale señalarlos pero no insultar.
Por
lo demás, ya leeremos en los medios lo que dicen los legisladores al hacer la
glosa del Informe.