Martes, 01 de septiembre del
2015
Por Cuauhtémoc Anda Gutiérrez
Por décadas los mexicanos vivimos con la idea
de que el primero de septiembre era el día del Informe Presidencial, el cual
equivalía a el día del Presidente, quien con mayoría en el Congreso era decenas
de veces interrumpido por aplausos con los que los legisladores e invitados
daban muestras de aprobar su buena gestión. Empero, este año nos recordaron lo
que dice el artículo 69 de la
Constitución el que simplemente señala que el día que
inauguren sus sesiones el Congreso el Presidente entregará por escrito un
Informe que muestre el estado que guarda la Administración
Pública del país. Un PRD letrista dijo que eso debería
hacerse y así fue, y sigue siendo.
Hoy es primero de
septiembre del 2015, estamos al medio día y a diferencia de mis años infantiles
y juveniles en los que desde le desayuno el tópico familiar era hablar del
Informe ¿qué nos irá a decir el presidente?, los maestros en la escuela nos
decían que era obligatorio escucharlo porque regresando a clases de eso
hablaríamos. El ambiente cotidiano se prestaba a que tanto taxistas,
estilistas, vendedores ambulantes, en los autobuses, en los cafés y
restaurantes, con los amigos y familiares, etc., etc., el tema obligado era el
informe y, también una vez concluida esta ceremonia la pregunta obligada era
¿cómo te fue en el informe?
Por el Informe nos
enterábamos desde si había llovido poco o mucho en el país, se mencionaban las
regiones más castigadas y reflexionaba uno sobre la importancia de la lluvia,
también se nos informaba de las tragedias más sonadas, el evento se escuchaba
con toda puntualidad y seriedad.
Los días subsecuentes
en ambas Cámaras se hacía la glosa del Informe, se conformaban sendos debates
en los cuales los señores legisladores manifestaban su punto de vista que
podrían ser controvertidos, explicativos con el fin de conciliar. El resultado
era que se tomaba el pulso de la situación general del país.
Por su parte, los
medios de comunicación dedicaban amplios espacios para hacer del conocimiento
de la sociedad tanto lo que dijo el Presidente como las opiniones propias y de
los más destacados comentaristas.
Con todo este
material quedaban claros varios asuntos pendientes que desde luego ameritaban
la atención y el seguimiento que de mayor o menor intensidad la sociedad
reclamaba. Este ejercicio cívico eran mucho más las lecciones positivas que
dejaban en el público que las negativas, por esto, lamento mucho, que los
Diputados en tiempos del Presidente Fox, por su conducta irrespetuosa hayan
propiciado que aquella digna y popular ceremonia cívica que terminó con el
siglo XX, sea ahora un ejercicio de entrega por oficialía de partes.
Gracias por tan bello homenaje a mi madre Rosalia mi "Chaly o bela" para sus nietas, y como ella, miles de hombres y mujeres salen todos los días no únicamente a trabajar, sino que hacen la diferencia, en un mundo tan deshumanizado. Ella en verdad era y seguirá siendo una heroína por ayudar sin esperan recibir nada, y su paga era el amor de quienes la conocieron. Saludos y le agradezco sus palabras
ResponderEliminarLili hija de Chaly