Martes, 10 de
noviembre del 2015
Por Cuauhtémoc Anda Gutiérrez
Con motivo a la resolución a una consulta que cuatro ciudadanos hicieron a la Suprema Corte de Justicia, el dictamen deja claro que el Estado no debe entrometerse en la decisión que tomen los ciudadanos mayores de edad respecto al consumo de la marihuana.
El debate y el dictamen de la Suprema Corte, dejó gratamente complacidos a la mayoría de los ciudadanos por lo que el Presidente Enrique Peña Nieto propuso un debate nacional con participación de médicos, maestros, intelectuales, etc., a celebrarse en el Congreso de la Unión donde están representados los partidos políticos vigentes en el país. Desde luego se buscan argumentos en pro y en contra, que salga a la luz toda la información disponible para que todos estemos enterados.
Respecto al tema este acudió a mi mente hacia 1980 cuando llegué a la Cámara de Diputados por primera vez y cuando me tocó participar en la Interparlamentaria México – Estados Unidos, cuando una comisión de Diputados y Senadores de ambos países platican sobre los problemas binacionales. Recuerdo que los estadounidenses se quejaban porque según ellos no apretábamos lo suficiente para detener la producción de marihuana en nuestro campo, que luego los narcotraficantes pasaban a Estados Unidos clandestinamente y allá se vendía a precios cada vez mayores a los jóvenes estadounidenses.
Previo a la discusión del tema en la plenaria, los mexicanos platicamos con el Procurador de Justicia, que nos dio los datos de cuántas hectáreas sembradas con marihuana había destruido el ejército en el último año, el número de detenido, el número de bajas y que habían muerto soldados y narcotraficantes, todos mexicanos, en tanto que en Estados Unidos no había bajas ni de las autoridades ni de los narcotraficantes de allá. Esto nos llevó a la pregunta de ¿qué pasaría si se legalizara la marihuana en Estados Unidos y en México? Por un lado, el precio de la droga bajaría al producirse legalmente, se podrían cobrar impuestos, etc.
El caso del alcohol en Estados Unidos recordemos que en la década de 1920 y 1930 cuando el alcohol estaba prohibido surgieron mafias y gánsters en aquél país algunos tan famosos como Al Capone y el gobierno creó a los detectives llamados los “intocables” para combatirlos con Elliot Ness a la cabeza. Todos estos grupos se fueron diluyendo cuando se legaliza el alcohol.
El candidato Roosevelt prometió en su campaña que si llegaba a la Presidencia derogaría la Ley Seca, lo que cumplió en diciembre de 1933. ¿Qué produjo la venta libre de alcohol?, en primer lugar las mafias, por esta causa se fueron diluyendo, la vida en aquél país siguió igual.
Al paso de los años se ha legalizado la marihuana en varios países como Holanda, Portugal, Uruguay entre otros y en Estados Unidos en estados como el de Alaska, California, Colorado, Hawái, las Islas Rhode, Maine, Michigan, Montana, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo México, Oregón, Vermont y Washington. Las experiencias internacionales no parecen mostrar el efecto catastrofista que algunos le ven, en cambio, se evitaría meter a la cárcel a centenares de campesinos que ahora están por sembrar droga, se recuperarían tierras productivas que ahora están dañadas para evitar que produzcan se cobrarían impuestos para los estados y que una parte de ellos sirva para apoyar a la Secretaría de Salud.
Pero me estoy yendo lejos, es importante que como dijo el Presidente Peña, se dé el debate, se aporten pruebas y analizando los pros y los contras tomar una decisión de política pública sobre este tema bien fundamentada.
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