Martes, 13 de Septiembre de 2016
POR CUAUHTÉMOC ANDA GUTIÉRREZ
Entre las muchas
cosas que le debemos al Benemérito de las Américas, don Benito Juárez García,
está el fortalecimiento del Estado laico, recuerdo que el 2 de diciembre de 1867
surgió la llamada “Ley Juárez” o “Ley de educación” en la que se dice que la
educación que dé el Gobierno Mexicano debe ser obligatoria, laica y gratuita,
en escuelas de este tipo afortunadamente me formé en esas escuelas.
Al ver la marcha
de los católicos me sorprendió el tema “Marcha por la familia”, porque
francamente yo no veo amenazada a mi familia y desde luego si así fuera sería
el primero en salir en su defensa. Al día siguiente y por los periódicos me
enteré marcharon 1 millón 200 mil personas, leí las notas de varios reporteros y
observé que se decía que el clero había organizado esta marcha y
responsabilizaban al cardenal Norberto Rivera Carrera. Por cierto, parece poco creíble
que el alto clero haya estado metido, porque dado el número de feligreses con
que cuenta una marcha así convocaría a más de 40 Ó 50 millones de católicos.
Al día siguiente
el periodista Carlos Loret organizó un debate entre uno de los dirigentes de la
marcha y un opositor, la síntesis está publicada en el periódico Reforma p. 9
del martes 13 de septiembre con la firma de Genaro Lozano, dice que:
“Hay un nuevo movimiento social en México,
patrocinado por el Episcopado Mexicano, por segmentos del Partido Acción
Nacional, otros del Partido Encuentro Social y por grupos empresariales que no
han dado la cara. Se autodenominan "Frente Nacional por la Familia
(FNF)" y copian sus argumentos de los esgrimidos por una organización
estadounidense llamada "National Organization for Marriage".
Públicamente han argumentado que su objetivo es "dar respuesta a la
iniciativa del presidente de modificar la Constitución y el Código Civil para
reconocer las uniones entre personas del mismo sexo" […]
“Para asustar y movilizar a la gente de buena fe,
el FNF ha argumentado que el gobierno federal quiere "enseñarle a los
niños desde el kínder a decidir ser hombre o mujer" y que los padres que
se opongan "serán encarcelados". Lo cierto es que la iniciativa
presidencial NO dice nada de esto. La verdad es que el Conapred no tiene
capacidad legal ni quiere meter a la cárcel a nadie y el mismo secretario de
Educación Pública ya ha desmentido esto.” […]
“Ayer en un debate con Carlos Loret, el señor Mario
Romo, vocero del FNF, señaló el objetivo real de este movimiento: incidir en el
nombramiento de los próximos ministros de la Suprema Corte de Justicia. Esto es
lo que quieren a futuro y usan el matrimonio y las mentiras en torno a éste
para lo que sigue en su movimiento.” […]
“Hoy el FNF moviliza buenas conciencias con
recursos provenientes de empresarios que no han dado la cara, con apoyo de
panistas como Cecilia Romero, Rodrigo Iván Cortés y Alejandra Ramírez, usando
mentiras, sin pensar en los niños y queriendo imponer un modelo de familia
único. México es mucho más que esto. ¿Cómo no enojarse ante la charlatanería?”
Por su parte el vocero
de la arquidiócesis negó homofobia en lo que llamó “marcha familiar” y dijo que
la manifestación del domingo fue a favor de la “familia natural” y aclaró que
la ley prohíbe es que los ministros de culto, o sea, ellos se opongan a leyes
del país, pero en este caso no se trata de una ley es sólo una iniciativa del
Presidente con la que no se está de acuerdo. Continuo “los obispos no
encabezaron las marchas, se unieron, lo cual es diferente, como cualquier otro
ciudadano”.
El martes 13 de
septiembre la periodista Yuriria Sierra, en la página 11 del periódico Excélsior,
sobre el tema se pregunta “¿y la defensa del Estado Laico?” y menciona varios ejemplos,
cuando la discriminación de los negros en Estados Unidos, las matanzas de
Hitler en la Segunda Guerra Mundial, señalando que éstos conceptos de odios
homofóbicos llevan a tragedias y en nuestro caso ¿Dónde está la Secretaría de
Gobernación?
En otro artículo
publicado también el martes 13, el conocido político Jesús Ortega Martínez
escribió “¡Los obispos odian!” y aduce, “el sábado anterior se llevaron a cabo
en la mayoría de las ciudades capitales de las entidades federativas marchas y
manifestaciones en las que miles de personas reclamaron defender a la familia. No
pretendo en modo alguno desconocer el derecho constitucional de todas estas
personas a manifestarse, pero también es necesario decir que la realización de
estas marchas, no fue por ‘generación espontanea’, sino que fue el resultado de
la participación frenética, en algunos casos, de diversas agrupaciones
religiosas y de manera destacada, de la jerarquía de la iglesia católica” […]
“Pero sí hay que
oponerse a todo intento de imponer tales creencias y tales dogmas religiosos
como el sustento y el contenido de nuestras leyes y de nuestra Constitución. No
podemos admitirlo porque la sociedad mexicana es plural, diversa,
multicultural, pluriétnica y las leyes del Estado Mexicano deben proteger a
quienes profesan cualquier tipo de religión como también debe proteger a
quienes no profesan ninguna”.
Por último, por
creencias religiosas en distintas entidades federativas están en prisión mujeres
que han abortado, lo que de acuerdo a nuestro marco jurídico es un error, sin embargo
el conocido jurista Diego Valadés en el periódico Reforma del 13 de Septiembre recuerda
que “la lucha de las mujeres incluye en un capítulo en el 2007 cuando las del DF
recibieron el derecho a decidir sobre su embarazo en las primeras 12 semanas de
gestación. La reacción de la jerarquía eclesiástica fue drástica y eficaz, pues
en muchos Estados las autoridades políticas cortejan y obedecen a los obispos por
eso 18 constitucionales locales fueron deformadas para equiparar el ovulo
fecundado con una persona nacida. La consecuencia jurídica de esa decisión fue
convertir el aborto en homicidio calificado, y hoy muchas mujeres sufren
condenas inverosímiles en varios estados” […]
Más adelante
señala “todos los derechos humanos cuentan con garantías y los de la población LGBTI
no son la excepción. No es admisible un retroceso homofóbico. México es un
estado laico y ahora corresponde al poder judicial-federal puntualizar lo que
eso significa” […]
“La debilidad
del estado se acentúa y los ciudadanos no podemos evitarlo, pero en la defensa
del estado laico tenemos voz para cuestionar y vías jurisdiccionales para
actuar.” Esto último lo he trascrito porque estoy convencido de que debemos
salir en defensa del estado laico.
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