Martes, 12 de Enero
del 2016
Por Cuauhtémoc Anda Gutiérrez
En mi artículo
anterior, denominado “Borrascoso arranque del 2016”, se presentó el viernes 8
de enero cuando fue recapturado el Chapo Guzmán lo que trajo una bocanada de
aire fresco a la sociedad.
Ante mi
sorpresa hubo quienes manifestaron sus dudas y regatearon su satisfacción por
el hecho, en particular por los peliculescos acontecimientos que van desde la
sesuda investigación para lograr su localización y captura, ante el increíble
evento como lo presentaron los medios, cuyo clímax parece haberse presentado en
la reunión que había organizado la Secretaria de Relaciones Exteriores, cuando
estaba celebrándose la reunión anual en México de los Embajadores y Cónsules
que nos representan en el extranjero.
El gusto y la
alegría que les causó a ellos que en carne propia recibieron los chiflidos de
los detractores de nuestro país en el extranjero y que abiertamente “chiflaron”
-que se les haya podido fugar un preso de la magnitud del ‘Chapo’, de la cárcel
de máxima seguridad del país por medio de haber construido un largo túnel que
requirió meses de trabajo en un sitio donde cualquier ruido ajeno causa alarma
entre los custodios, al parecer “sordos y distraídos”.
En fin, la
reacción que tuvieron ante la noticia de que había sido recapturado el “Chapo”,
fue de tal emoción que cantaron el Himno Nacional, lo que a mí me pareció una
reacción justa y hasta necesaria para estos buenos mexicanos, empero, hubo
medios que los criticaron como si hubieran cometido un error de lesa patria.
Entre las
secuelas destaca también que de acuerdo a las autoridades el ego del “Chapo”,
ayudó a que lo detuvieran, ya que se supo que quería que se filmara una
película autobiográfica y para tal propósito, contactó a la actriz Kate del
Castillo y ésta a su vez llevó al conocido productor de cine Sean Pen, quien en
un complicado viaje a México, a la Sierra Dorada, le hizo una larga entrevista
que hace dos o tres días publicó la Revista Rolling Stones, según la cual hace
aseveraciones que no han dejado satisfechos a diferentes sectores, por ejemplo,
a las autoridades de Estados Unidos les pareció que eso de afirmar de que era
el narcotraficante que mayor cantidad de cocaína, anfetaminas, mariguana, etc.,
podía surtir en el mundo era el “Chapo”, declarado por él mismo. Lo que fue
considerado como una declaración desmesurada. Las autoridades en México,
señalaron que exagera.
También dijo,
cuando le preguntaron – ¿Cuándo se había dedicado al narcotráfico?, dijo que
había nacido en Badiraguato, Sinaloa, donde no había oportunidades como tampoco
hay ahora y que él optó, para poder comer con dedicarse a la siembra y venta de
la mariguana.
Francamente,
en lo personal me pareció que pretende justificar su carrera delictiva con la
excusa de la pobreza. Muchos años que he trabajado en el mundo académico, me ha
permitido escuchar a decenas de jóvenes que tratan de justificar su mal y a
veces hasta delictivo comportamiento, porque son pobres y esto me parece injusto,
sobre todo para los pobladores de Badiraguato de donde ha surgido mucha gente
que ha salido y ha podido, sin caer en la delincuencia llevar una vida digna y
exitosa.
Ahora recuerdo
que la primera vez que visité Badiraguato, hacia 1981, al salir de una reunión
con el Presidente Municipal, me di cuenta con muchísimo gusto y orgullo que los
consultorios donde los jóvenes politécnicos hacen sus prácticas, llevan el
nombre del Dr. Héctor Castro Abitia, la biblioteca del Lugar también se llama
así en honor a uno de sus hijos que se fue a estudiar a México la carrera de
medicina en la Escuela Superior de Medicina en el Instituto Politécnico
Nacional, de ahí fue creciendo como maestro y llegó a Director de su misma
escuela, fue en esa época (1974), cuando coincidimos en el Consejo General
Consultivo del IPN y quien esto escribe, llegó a ser Director de la Escuela Superior
de Economía, además la vecindad de nuestras escuelas permitió que surgiera una
buena amistad con el Pediatra, quien seguía promoviendo nuevos proyectos para servir
mejor a la comunidad.
Fue en esa época
cuando llegó a mi oficina y me dijo: – Vengo en busca de tu ayuda, en la región
donde se une el Estado de Morelos, el Estado de México y el Distrito Federal hacen
falta servicios médicos, hace falta dar oportunidades a los jóvenes de esa poblada
región y se me ha ocurrido que se puede hacer allí, lo que yo llamo un “Centro
Interdisciplinario de Ciencias de la Salud” donde se enseñe Medicina, Nutrición,
Odontología, Optometría y Trabajo Social.
Este proyecto,
teniendo a la cabeza al Dr. Castro Abitia venció muchos obstáculos, en particular
el transporte y la limitada agua entre otros.
Afortunadamente,
así como hay el ejemplo del Dr. Castro Abitia, hay muchísimos más de Badiraguato
y de otras regiones de Sinaloa que claramente nos señalan que se puede ser exitoso
sin necesidad de hacer el mal a nuestros semejantes y dedicarse al delito.
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