Martes,
24 de Mayo de 2016
POR CUAUHTÉMOC ANDA GUTIÉRREZ
El
viernes pasado se celebró en Los Pinos la ceremonia para premiar a los mejores
alumnos del Instituto Politécnico Nacional, del discurso central que dijo el
Presidente Enrique Peña Nieto, hay varias frases importantes a destacar, una
muy comentada y alentadora es cuando dijo: "Desde su fundación, hace 80
años, el Poli, como le decimos con cariño, ha sido un auténtico motor del
progreso nacional".
Después
al dirigirse a los 16 alumnos galardonados dijo: “Particularmente, quiero
saludar con enorme respeto, reconocimiento por su mérito profesional, a
nuestros galardonados, quienes han recibido la Presea Lázaro Cárdenas por su
esfuerzo, su dedicación, su empeño. Porque llegar a este momento de entrega del
reconocimiento parece simple, queda en este espacio. Pero llegar a él ha
significado días, horas de estudio, dedicación y de preparación para sobresalir
y merecer este galardón”.
Efectivamente
obtener 10 de promedio como varios de ellos lo hicieron es una excelencia
atípica, sobre todo a los jóvenes que obtuvieron la presea en el Nivel Medio
Superior, porque a mi juicio no es el mismo esfuerzo el que hace un joven del
Doctorado que un adolescente que estudia primero, segundo, tercero, cuarto,
quinto y sexto semestre en la vocacional, porque las inquietudes e
inseguridades de los 16 a los 18 años no son comparables con la certidumbre y
autoconfianza que se tienen los alumnos de doctorado, pero en todo caso son
dignos de un reconocimiento porque son ejemplo a seguir.
El
Politécnico suele distinguir a los alumnos con mejores calificaciones en cada
una de sus escuelas, pero para obtener la presea Lázaro Cárdenas el Consejo
General Consultivo define quién es el mejor por cada una de las tres áreas del
conocimiento, una ingeniería y matemáticas otra en medicina y ciencias
biológicas y otra más para ciencias administrativas, los recipiendiarios este
año fueron:
Nivel
Medio Superior: Luz Raquel Alonso Cruz, Sergio Emmanuel Ramírez Escamilla,
Claudia Dorantes Reyes y Frida Jimena Lazcano Morales, de los Centros de
Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) “Cuauhtémoc”, “Carlos Vallejo
Márquez”, “Miguel Othón de Mendizábal” y “Luis Enrique Erro”, respectivamente.
Nivel
Superior: Carolina Gallegos Pérez, de la Escuela Superior de Ingeniería Química
e Industrias Extractivas (ESIQIE); Cecilia Ponce Yáñez, del Centro
Interdisciplinario de Ciencias de la Salud (CICS), Unidad Milpa Alta, y Amauri
Gutiérrez Martínez, de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA),
Unidad Santo Tomás.
Nivel
Maestría: Mayra Antonio Cruz, del Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico
en Cómputo (Cidetec); Erika Berenice Martínez Ruiz, de la Escuela Nacional de
Ciencias Biológicas (ENCB) y José Luis Santana Fajardo, del Centro de
Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada (CICATA), Unidad
Legaria.
Nivel
Doctorado: Luis Alejandro Sánchez Pérez, del Centro de Investigación en
Computación (CIC); Roberto Issac Cuevas Hernández, de la Escuela Superior de
Medicina (ESM); e Ingrid Yadibel Cuevas Zuñiga, de la Escuela Superior de
Comercio y Administración (ESCA), Unidad Santo Tomás.
En
la categoría de Ex director de escuela, centro o unidad de enseñanza y de
investigación, fue galardonado Jesús Reyes García ex director de la Escuela
Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Zacatenco;
Profesores e investigadores, Gustavo Fidel Gutiérrez López, de la Escuela
Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB), y en el rubro de Egresados, José
Mauricio López Romero de la Escuela Superior de Física y Matemáticas (ESFM).
Por
cierto a nombre de los alumnos de Doctorado habló la joven Ingrid Yadibel
Cuevas Zúñiga, quien sostuvo que el IPN y su comunidad se encuentra más fuerte
y unida que nunca, y cuenta con las mejores herramientas para hacer frente a
las adversidades, buscando lo mejor para México.
El
Presidente también dijo que: “El Instituto Politécnico Nacional es un emblema
del saber, la ciencia y la tecnología en nuestro país. Desde su fundación, hace
80 años, el Poli, como le decimos con cariño, ha sido un auténtico motor del
progreso nacional”.
“Pensar
en el Politécnico es pensar en la esencia de nuestra democracia; es pensar en
la igualdad e inclusión; es pensar en la educación y oportunidades para todos.
Generación tras generación, los politécnicos han aportado a la evolución de
nuestro país. Y así lo demuestran sus más de 800 mil egresados, sus 18
galardones internacionales obtenidos, tan sólo el año pasado; así como sus más
de mil 100 profesores, que forman parte del Sistema Nacional de Investigadores”.
“Referirnos
al Politécnico es valorar y resaltar su innovación y liderazgo; su bien ganado
prestigio educativo. Hoy estamos reconociendo a sus integrantes más destacados
y comprometidos. Me refiero a los alumnos de excelencia, a los docentes
más sobresalientes, así como a los exdirectores y egresados distinguidos, que
han sido galardonados con la Presea Lázaro Cárdenas”.
“Al
recibir el máximo reconocimiento que otorga esta distinguida comunidad, ustedes
se convierten en ejemplo de esfuerzo, constancia y determinación. Los
logros que han obtenido reflejan su talento, pero, sobre todo, confirman su
decisión por ser los mejores. Confirman, como lo dice su decálogo, que son politécnicos
por convicción. Por ello, mi más amplio reconocimiento a cada uno de ustedes,
que se constituye en un mexicano de ejemplo y de referencia para muchas
generaciones y para todas y todos los jóvenes de nuestro país”.
Quisiera
señalar que el sábado 21 de mayo celebramos con Víctor Espinoza de los Montero
que hace 55 años terminamos nuestra carrera en la ESCA. Qué emociones viví ese
día, recordé con mucha emoción aquellas épocas en la ESCA, mis primeras
experiencias como auxiliar contable, trabajando hasta que en 1961 entré a la Comisión
Federal de Electricidad (CFE) y con estos amigos, ahora hermanados por la vida.
Terminamos
la carrera de Contador Público y se nos abrió una vida nueva con mejores
ingresos, entusiasmados y casi de inmediato escalé cargo tras cargo, viaje
mucho, desde la CFE le di vuelta a la República gracias a las Juntas Estatales
de Electrificación Rural, capital de Estado por capital de Estado visité los
lugares que en aquellas épocas no tenían energía eléctrica. Recordé que mi
madre me había contado que donde ella nació y creció no había luz. El recorrer
las capitales del Estados y también visitar las zonas rurales, me permitió
tener una imagen más real de nuestro México lindo y querido y sus limitaciones.
De acuerdo al censo de 1960 había más de 100 mil poblaciones con menos de 2,500
habitantes pendientes de ser electrificadas.
En
el año de 1962 con la participación de CFE se electrificaron poco más de mil
poblaciones, a este paso le dije a mi jefe (egresado de la ESIME, Ing. Arquímedes
Catalán) –que tardaríamos más de 100 años en electrificar el país y que era
menester redoblar el paso, días después me llamó el dijo que había tomado el
tema con el Director General, Manuel Moreno Torres, quien le dijo: -dile al
joven anda que, qué bueno que piense así pero la situación actual es que entre
más pueblos electrificamos más pierde la CFE porque esos pueblos están en
lugares tan intrincados que mandarles el recibo de cobro y luego colectar lo
que pagan, resulta que el dinero no alcanzaría ni para pagarle a los empleados
que hacen este servicio. Pero afortunadamente con la nueva tecnología de las
computadoras y buena voluntad se logró concluir técnicamente hace ya varios
años.
También
recuerdo que la ESCA donde estudiamos, quienes entramos a la escuela en 1958
estaba en la calle de Tacuba No. 8, en el Centro, frente a la Escuela de
Minería, era un palacio del siglo XIX con enormes salones y pisos muy altos,
eran oficinas de un Ministerio pero el temblor de 1957 derribó la ESCA en Santo
Tomás y en 1958 a la ESIA y a la ESCA nos dieron alojo en este edificio que fue
nuestra casa durante varios años más. En 1965 hice mi examen profesional en la
ESCA en Santo Tomás la que afortunadamente sigue funcionando. En el evento de
los 55 años tomaron la palabra varios de mis compañeros, entre otros Carlos
Zamudio, a quien cariñosamente apodamos “el torero”, quien nos invitó a
celebrar con él su cumpleaños número 80 donde va a torear como es su costumbre
y dijo un discurso muy emotivo en el que nos recordó que venía de una familia
pobre, que estudió en el Politécnico y que su educación no le había costado
nada trabajó y sacó adelante a todos sus hijos, todos ellos tienen carrera, mis
hijos tienen grandes camionetas y yo ando en un “vochito”, pero me da mucho gusto
que sus carreras las pude financiar gracias a la formación que me dió el
Politécnico por lo cual estoy agradecidísimo con nuestra institución y me da
coraje que unos cuantos muchachos ahora, por razones que nadie entiendo cierren
varias de nuestras escuelas con lo que se dañan ellos y dañan a sus compañeros,
qué absurdo.
Uno
por uno nos fueron llamando y nos entregaron unas medallas conmemorativas y un
reconocimiento en cristal donde viene el escudo del Politécnico y de la ESCA,
junto a una esquela también de vidrio con nuestro nombre grabado por estos 55
años que mucho agradecimos y cerramos el evento con un HUELUM que salió del
fondo de nuestros corazones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario